Reducir el consumo de sal en los alimentos que comemos puede hacer que vivamos muchos más años. Nuestro cuerpo está acostumbrado a comer alimentos altos en sal, es decir, altos en sodio; lo cual puede incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares e incluso cáncer de estómago. Esto lo aseguró una dietista especializada en nutrición, Sonya Angelone.
El consumo de sal elevado es el enemigo de una buena salud
La dietista aseguró que un alto consumo de sal puede elevar la presión arterial. Una ingesta elevada de sal puede deteriorar el manejo de los vasos sanguíneos, como la capacidad que tienen para delatarse y aumentar el flujo sanguíneo.
Entre más sal consumimos hay mayor riesgo de padecer una enfermedad cardíaca.
La mayoría de las personas consumen 7 veces más la cantidad adecuada de sodio para que el cuerpo funcione correctamente.
La sal es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación. La mayoría de las personas tienen un elevado consumo de sodio, es decir, mayor de 2 gramos diarios, alrededor de un equivalente a 5 gramos diarios de sal. Esta cifra puede contribuir a que la persona presente hipertensión arterial y por lo tanto aumente el riesgo de un accidente cerebrovascular.
Además el exceso de sal también dificultar un funcionamiento adecuado de los riñones y disminuye la cantidad de calcio.
La Organización Mundial de la Salud advirtió que hay que reducir el nivel de sal en toda la población
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acordó que se tiene que reducir un 30% del consumo de sodio en la población a nivel mundial, pero esta reducción de consumo de sal en la población es muy difícil de aplicar, aunque es necesaria.
Si se tomará está medida de reducción, las personas vivirían por mucho más tiempo. Se estima que cada año si se disminuyera el consumo de sal a nivel mundial, se evitarían 2,5 millones de muertes.
La producción de alimentos procesados con altos contenidos de sal, cómo: papas fritas, enlatados, carnes procesadas, están repletos en la industria del comercio; y resulta difícil hacer una regulación de estos.
El exceso de sodio en el organismo trae consecuencias perjudiciales a la salud, en particular la hipertensión arterial. El consumo sal se puede controlar desde casa y teniendo buenos hábitos alimenticios, evitando su vez comprar productos procesados, con alto contenido de sal.
Así mismo, las políticas públicas y fiscales que garanticen unos productos de calidad a los fabricantes, los cuales vendan alimentos más sanos, puede ayudar a reducir el consumo de sal.
La educación de los niños para que adopten una dieta saludable con el correcto consumo de sal también es recomendable.