Aunque tengas predisposición genética a ella, su aparición puede prevenirse realizando una serie de ejercicios muy sencillos que mantienen en forma los músculos del suelo pélvico.

Se ha demostrado que las hijas de las mujeres con incontinencia urinaria tienen 1.4 veces mayor posibilidad de sufrir incontinencia que el resto de la demás población. Además, las mujeres de familias que sufren incontinencia la desarrollan a una edad más adelantada que el resto de las mujeres.

Aún la medicina no sabe en qué porcentaje es hereditaria ni qué genes están involucrados, pero es posible que una Mujer nazca con una gran tendencia genética a padecer incontinencia y que por su estilo de vida y por la ausencia de factores de riesgo no la desarrolle nunca.

Síntomas y diagnóstico

Se recomienda ir a un urólogo, ante las pérdidas de orina provocadas por la tos, risa o el estornudo; si se experimenta urgencia o imperiosidad para orinar; si esta urgencia provoca pérdidas de camino al cuarto de baño; si se observa la necesidad de levantarse con frecuencia a orinar por la noche, si se orina al correr, andar o saltar; o si se experimentan perdidas después del parto.

Las mujeres al quedar embarazas solo le temen al deterioro físico que este les produce. Pero es esencial que tomen conciencia de que, al estar embarazadas, no sólo deben preocuparse por la atención de las mamas y de la piel del abdomen, sino que también es fundamental ejercitar el suelo pélvico con ayuda especializada antes y después del parto. El 35% de las mujeres tienen escapes de orina luego de los 3 meses de parto, pero con rehabilitación a tiempo del suelo de la pelvis puede disminuir este problema y que no se presente próximamente.

Las más propensas a padecer este trastorno son, las que tienen las edades entre 50 y 60 años, las que beben, fuman, toman mucho café, padecen de sobrepeso, sufren de estreñimiento, han tenido varios partos, han hecho deportes de impacto y las que tienen antecedentes de incontinencia en su familia, a estas se les observan los genitales externos y también se le pide al paciente que tosa.

Recomendaciones prácticas

  • Deje la vergüenza y acuda a un especialista ya que las mujeres con este trastorno tienen muchas más posibilidades de sufrir una depresión.
  • Tenga una vida más activa con ejercicios sencillos.
  • Fortalece los músculos implicados con los ejercicios de Kegel, para identificar esos músculos, reten la orina por unos segundos (no lo hagas de manera habitual). Ahora podrás hacer los siguientes ejercicios.
  • Tumbada boca arriba, con las piernas dobladas y las manos en el vientre, contrae esos músculos sin mover los glúteos y abdomen.
  • Cuenta hasta 5 y relaja 10 segundos. Repite unas cien veces durante todo el día. También puedes hacer estos ejercicios, sentada, de pie o en cuclillas, incluso por más extraño que suene delante de otras personas, ya que estos no se notan para nada.