En primer lugar, para ayudar a desaparecer tu tripa, debes acostarte sobre tu espalda, cuida de que esté totalmente recta y sin curvas en la zona lumbar. Seguidamente, levanta las piernas en escuadra, estíralas y por último, levanta tus brazos paralelos al piso. Una regla de oro para este tipo de ejercicio, es que mantengas tu abdomen contraído todo el tiempo, cuenta 10 respiraciones de 4 tiempos cada una. Repite esta serie 3 veces.

No contengas el aliento, la respiración es muy importante, así que cada vez que contraigas los músculos exhala, y cuando los relajes inhala.

Así llevarás el oxígeno necesario para que se contraigan correctamente y los resultados se vean más rápido.

Después, levanta tu pierna izquierda y llévala hacia ti con la ayuda de tus brazos. Debes tener los hombros levantados, pero cuida de no pegar tu quijada al pecho para evitar la tensión en el cuello y enfocar todo el trabajo en el abdomen. La regla de oro para este ejercicio es alternar el movimiento entre una pierna y otra, mantén las todo el tiempo estiradas, como si fueran unas tijeras. Con 15 repeticiones será suficiente.

Brazos sin flacidez

Un movimiento super efectivo para fortalecer tanto tus tríceps como el pecho son las famosas lagartijas. Pero realizarlas tiene su ciencia y dependiendo del efecto que quieras lograr, hay una manera en la que debes hacerlas.

Para empezar, puedes recargarte sobre tus rodillas, pero conforme te fortalezcas, debes cambiar y sostenerte la punta de los pies.

Una regla de oro para para trabajar los tríceps, los brazos tienen que estar pegados al cuerpo y al momento de bajar los codos, deben ir hacia atrás, no hacia afuera. Repite esto 10 veces. Ahora bien, para el pecho se necesita todo lo contrario, los brazos van separados del cuerpo y los codos deben doblarse en un ángulo de 90 grados.

Haz 10 o 15 repeticiones.

A nadar se ha dicho

Un ejercicio muy importante y también efectivo para fortalecer tanto los glúteos como la zona lumbar, es imitar un movimiento semejante al de nadar. Recuéstate boca abajo, estira tus piernas y brazos. Por su parte, levanta el brazo izquierdo y la pierna derecha, sostenlos durante tres segundos aproximadamente y cambia.

Haz este movimiento unas 10 veces. Del mismo modo, también es recomendable que nades de verdad, tengas un entrenamiento semanal de natación que ayuda sustancialmente a tu salud física y mental.

Una regla de oro es complementar el trabajo con una posición conocida como antena. Separa tus pies a la altura de los hombros y, con tu cuerpo, forma un ángulo de 45 grados. Recarga bien las palmas de las manos en el piso; mantén esta posición durante 15 segundos. Después levanta la pierna derecha hacia arriba, bien estirada, hasta que sientas tus músculos contraídos, a continuación baja tus piernas lentamente. Alterna entre derecha e izquierda 10 veces.

No olvides la motivación. Cada vez que sientas que no puedes más o que la flojera te invade, recuerda que quieres verte espectacular y nunca te despegarás de tu rutina.