Seguramente los Delfines ya te parecían lindos, pero después de este artículo, terminaras amándolos por completo por todo lo que son capaces de ayudar al hombre gracias a su gran sensibilidad. Todo comenzó hace muchos años, cuando se narraba que las ballenas y los delfines venían del sistema de Sirio y que fueron enviados por los dioses con el único fin de ayudar a los humanos y enseñarlos en el arte de la felicidad y el amor. Estos animales a lo largo del tiempo, han demostrado ser amigos de los humanos. Son tan inteligentes a tal grado que hay quienes piensan que tienen su propia cultura y que si no hubieran tenido que adaptarse a vivir en el agua hace millones de años, hoy serian una raza superior a la nuestra en todos los sentidos.
¿Te imaginas? Quizás nosotros seriamos lo que estaríamos en los delfinarios dando shows.
En la actualidad, existe en el mundo una “terapia alterna” llamada delfinoterapia. Traducido al español, quiere decir que surgió una terapia que ayuda a otras más científicas a que la gente enferma mejore. En este caso: la delfinoterapia consiste en que pacientes, principalmente niños con síndrome de Down o autismo, naden con delfines durante diez sesiones de quince minutos cada una. Su utilidad se debe a que estos mamíferos tienen el don de detectar áreas de discapacidad o problemas físicos en los humanos. Es decir, los delfines tienen un don tipo rayos X que les permite sentir en que parte de su cuerpo tienen trastornos.
Logran hacer esto gracias a su sonar y por eso los científicos los llaman ecógrafos vivientes.
¿Sonar? ¿Cómo el de los barcos?
Se cree que funciona de la misma forma: en los barcos se lanza una onda que viaja hasta chocar con algo (tierra, rocas, animales…), después regresa y así es como logran, por ejemplo, no estrellarse. Asimismo sucede en los delfines, o algo similar, solo que se piensa que las ondas también tienen algún poder curativo y no únicamente sirven para detectar problemas, como posibles tumores.
En este sentido, hay muchos casos de niños, que aún no lograban dar sus primeros pasos o comer por si solos, y consiguen hacerlo gracias a los delfines y a un grupo de entrenadores, médicos, pedagogos y demás especialistas que están al cuidado de ellos a lo largo de la terapia. Algunas de las cosas que los delfines hacen por los niños son: reducirles dolores, mejorar su circulación sanguínea, los ayudan a superar problema del lenguaje y sobretodo, alegran su vida para que respondan mejor a sus demás tratamientos.
¡Tú también puedes nadar con ellos!
Si tú quieres nadar con delfines, pregunta en algún delfinario de tu ciudad. Es una experiencia fabulosa que nunca olvidaras: podrás acariciarlos, jugar con ellos y hasta cantar. En algunos parques acuáticos también se puede bucear con ellos. Esta actividad es mucho más recomendable porque los delfines actúan completamente sin instrucciones de los entrenadores y juegan en total libertad contigo.
Un dato curioso es que los delfines adoran las cosquillas que les provocan las burbujas.