Nutrólogo renombrado, el médico brasileño Lair Ribeiro es uno de los defensores de la dieta cetogénica, donde según él, la ingestión de grasa es permitida. Su recomendación es que abandone el consumo de carbohidratos. Para él, es posible sustituir cualquier tipo de remedio por alimentos.

Quién sigue a la dieta recomendada por Lair Ribeiro, consigue comer cualquier carne bien gorda sin sentirse culpable de comprometer la salud y aún no necesitar abandonar los embutidos, bacon, salami y mayonesa, por ejemplo. El nuevo concepto de adelgazamiento ganó fuerza a través de las redes sociales, que si por un lado conquista adeptos en Brasil y en el mundo, por otro termina preocupando a los médicos.

"Cuando usted ingiere una dieta que no tiene carbohidratos, pero es rica en grasa, ella forma las cetonas, usadas también por el cerebro", dice el médico en sus presentaciones.

De acuerdo con Lair Ribeiro, el cerebro humano utiliza sólo dos nutrientes que están hechos de colesterol. También defiende que buena parte de la memoria del cerebro es colesterol, sin embargo, suele alimentarse predominantemente de la glucosa y el corazón busca alimentos ricos en ácidos grasos, en el caso de las grasas. "Quien come muy poca grasa tiene el corazón débil", explica él, subrayando que es consciente de que la información choca quien a quien la oye porque mucha gente sufre de "gordofobia", o sea, tiene miedo de la grasa ".

El nutrólogo explica que la dieta cetogénica tiene como objetivo mayor usar la grasa corporal para producir energía, y así no necesita usar la glucosa para ello. Entre los alimentos considerados sanos y consumidos por quienes se adhirieron a la dieta cetogénica están huevos, queso, aguacate, coco, almendras, pescado azul y requesón.

Cada dieta necesita acompañamiento médico, alerta un profesional

De acuerdo con el endocrinólogo Álvaro Regino, todo tipo de dieta, incluso la cetogénica, necesita acompañamiento médico profesional. Él advierte que hay efectos colaterales que son comunes cuando el régimen dura mucho tiempo. Entre estos síntomas, destaca debilidad, dolores de cabeza, estreñimiento e insomnio.

El médico dijo que cuando todo el azúcar es retirado de la comida, el cuerpo humano pasa a producir cetoácidos para conseguir nuevas fuentes de energía y así el organismo comienza a vivir en una etapa de acidosis (acidez excesiva de la sangre y fluidos corporales), "Eso, provoca desequilibrios y consecuencias graves para la salud", afirma Regino, alertando además de que es una dieta de alto riesgo.