Estoy segura que a todos os ha pasado, en algún momento de vuestra vida, en la que os veis forzados a tener que cambiar vuestra rutina o vuestros hábitos por determinadas situaciones que os ocurren, siendo este cambio incómodo e incluso llegando a produciros algunos síntomas de estrés e inseguridad en vosotros mismos.

Es cierto que existen personas que por su estilo de vida tienen que aprender a salir de su zona de confort constantemente, ya sea por trabajo o por gusto. Aquellas personas que les gusta viajar y visitar sitios nuevos, son personas que se adaptan fácilmente a situaciones imprevistas o a cambios bruscos en su entorno.

¿Qué es la zona de confort?

Nuestra zona de confort es aquella en la que un individuo se encuentra a salvo y seguro. Esto podría parecer que es la zona donde todo el mundo debería estar, ¿no? Sin embargo, funciona al contrario, debido a que al permanecer en esta zona por un largo periodo de tiempo la persona se vuelve cada vez más reacia a cambiar provocando, de esta forma, un bloqueo en nuestro crecimiento como personas en todos los niveles.

Además, hace que nos sintamos vacíos o que nos bloqueemos cuando algo no ocurre como debería. Todo nuestro cuerpo reacciona de forma negativa, como defensa, por habernos sacado de ese lugar seguro y el cual conocemos.

¿Por qué es necesario salir de nuestra zona de confort?

Las personas que poseen la capacidad para adaptarse a cualquier situación que se les presente, poseen unas cualidades especiales para desarrollarse en todos los ámbitos, tanto en sus relaciones laborales como en las personales, familiares y sociales.

A todos nos cuesta al principio pero con algo de práctica se puede conseguir adquirir las habilidades y capacidades necesarias para que nuestras emociones no se vean boicoteadas a salir de nuestro sitio seguro.

Salir de nuestra zona de confort nos aportará muchas ventajas, como:

1. Seremos más fuertes como persona.

2. Seremos más creativos.

3. Ganaremos una mayor confianza.

4.Podremos crecer personalmente en todos los ámbitos.

5. Estaremos abiertos a conocer a nuevas personas y a vivir nuevas experiencias gratificantes.

6. Afrontar nuevos retos pueden ayudarte a mantener una salud mental y emocional más fuerte.

Prácticas que pueden ayudarte para afrontar el cambio y salir de tu zona de confort

Para poder ganar confianza frente a los cambios, te explicaré qué prácticas puedes realizar de forma diaria para adaptarte y dejar atrás el miedo a lo nuevo.

1. Trata de establecer retos diarios y conseguirlos al terminar el día.

2. Escribe en un papel cómo sueles hacer las cosas de forma diaria e intenta cambiar de forma progresiva algunas de ellas. Haz las mismas cosas pero de forma diferente. Por ejemplo: si para ir al trabajo coges un camino determinado, sea por lo que sea, trata de establecer otra ruta y ver las ventajas que este nuevo camino te aporta.

3. Cambia pequeñas cosas en ti. Tu perfume, tu estilo de vestir etc.

4. Alguna vez cuando te propongas estos cambios, doy por seguro que establecerás un sin fin de excusas para no cambiarlas. Intenta identificar dichas excusas y elimínalas antes de que te impidan continuar con tu propósito.

5. Conoce gente nueva.

6. Busca apoyo en la relajación y meditación. Estas prácticas te permitirán conseguir una mayor confianza en ti mismo que te ayudará a salir de tu zona de confort sin verte en el filo del precipicio.

Espero que comprendas lo importante que es adaptarse al cambio y salir de nuestra zona de confort manteniendo la actitud adecuada frente a este.