Para empezar, decirte que mantener una actitud positiva te ofrece muchos más beneficios de los que te imaginas.
Como bien sabrás vivimos en un entorno que se encuentra en un cambio permanente, si somos sensatos, las personas, debemos tratar de adaptarnos a estos cambios, generar ideas e innovar para poder desarrollarnos con él. De otro modo, nos quedaremos bloqueados, atascados y con toda clase de sentimientos y pensamientos negativos, que no nos beneficiarán en nada.
Acerca de nuestra actitud
Lo bueno de tener una actitud positiva es que es contagiosa, podemos transmitir sentimientos y pensamientos positivos a los demás si mantenemos una buena actitud frente a las diferentes situaciones que nos puedan aparecer.
Además, podemos poseer un control absoluto en el manejo de nuestra actitud, es decir podemos entrenar nuestra conducta y nuestra forma de pensar para que cuando aparezcan situaciones difíciles sepamos adoptar una actitud positiva,. Es cierto que es fácil ser positivo cuando todo nos va bien, lo difícil es cuando nos tenemos que enfrentar a situaciones críticas.
Rodearnos de personas con actitud positiva nos puede influir en nuestro estado de ánimo, incluso nos hace la vida más fácil y de una mayor calidad. Pero que esto no sirva de excusa para quitarnos responsabilidad sobre nuestra actitud. Según decía Victor Frankl “La última de nuestras libertades humanas es decidir cuál será nuestra actitud en cualquier circunstancia”
El control sobre nuestra Actitud.
Somos nosotros los que decidimos qué actitud tomar frente a las diferentes situaciones que nos surgen.
Está claro que es mucho más fácil crear excusas y creer que si mostramos una actitud negativa es debido a los comportamientos de los demás o por el difícil día que hemos pasado.
Las excusas y más aquellas que nos decimos a nosotros mismos y además nos creemos nos impiden darnos cuenta de la realidad y no nos permite hacernos responsables de nuestras acciones y nuestra actitud.
Recuerda estas dos frases, “Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa”, “La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mi”.
Poseer una buena actitud frente a los problemas, te ayudará a conseguir lo que te propongas, además te aporta una gran satisfacción personal.
Una buena actitud se construye, sacando fuera los pensamientos negativos, aprendiendo a gestionar tus sentimientos y emociones negativas.
Tu nivel de felicidad o de sufrimiento dependerá de cómo afrontes cada nueva situación.
Tenemos por costumbre quedarnos siempre con las cosas negativas de las situaciones, ignorando aquellas partes positivas. Trata de enfocarte en las cosas positivas que te ocurren cada día. No te pierdas todas las cosas buenas que te puede ofrecer la vida, por estar pendiente de las cosas malas.