A todos nos pasa, no te alarmes, antes o después acabamos aburriéndonos y necesitando nuevos estímulos, es consustancial a la vida y al ser humano. Si estás cansado o arrepentido de algún tatuaje existen varias interesantes alternativas indoloras y que reducen el número de sesiones requeridas con respecto a la dermoabrasión, anteriormente generalizada para estos menesteres.

¿De qué hablamos?

A diferencia de la dermoabrasión, que era mucho más dolorosa y dejaba numerosas cicatrices, las actuales modalidades de láser, específicas para el borrado de tatuajes o micropigmentaciones como el maquillaje permanente de cejas y labios o las accidentales provocadas por el asfalto o la pólvora, seleccionan las partículas de tinta evitando así dañar la piel circundante.

Al poseer distintas modalidades de onda permiten regular la intensidad de la ráfaga de calor y ajustarlo a las necesidades de cada caso, en función de la localización o la extensión del tatuaje, entre otros factores.

La novedad que incorpora este Láser Q-Switched YAG con relación a sus hermanos Alejandrita, Rubi, KTP o Neodimio, es que resulta efectivo también en los fototipos IV y V que corresponden a las pieles más oscuras. Así mismo, consigue eliminar los pigmentos más costosos (blanco, amarillo y azul claro). Y es que, pese a lo que se pueda pensar, los pigmentos negro y azul oscuro son los más sencillos, al igual que los tatuajes realizados por profesionales amateur y aquellos en los que más tiempo ha transcurrido desde que fueron realizados.

Este láser emite ráfagas de energía en fracciones de nanosegundos que como consecuencia de la reacción química entre el calor y los pigmentos fragmenta las partículas de tinta en otras más pequeñas para hacerlas incoloras e imperceptibles al ojo humano. El mecanismo de eliminación de esta tinta es natural, a través del sistema linfático y trans-epidérmicamente.

Antes de someterte a estas sesiones te harán una prueba de tolerancia y deberás restringir la exposición al sol, tanto antes como después de iniciado el tratamiento. Te aplicarán una crema anestésica y deberás espaciar las sesiones un mínimo de 6 semanas. Los resultados son visibles desde la primera sesión. De hecho, en la generalidad de los casos se consigue un 50 % de aclarado desde la primera cita y sin riesgo de quemaduras.

¿Es posible la eliminación sin láser?

Los ensayos clínicos han sido muy positivos y en la actualidad este sistema sin láser se encuentra en proceso de validación por la FDA para su próxima comercialización, ya en 2018 y si todo va bien. De ser así, podríamos prescindir del láser, ya que el Eraser de plama frío únicamente emplea un líquido de lavado y agujas para disipar los tatuajes no deseados.

Por opciones no será. Si estás pensando en despedirte de algún tatuaje lo tienes muy fácil, aunque el número de sesiones dependerá de la extensión, la localización, el tipo de piel, la antigüedad o la técnica empleada. La tasa de éxito es siempre realmente elevada.