¿Sabes que unas manos no cuidadas te envejecen y que no muestran la mejor de las imágenes sobre ti? Pero especialmente ahora que el frío ya se ha instalado en nuestras vidas por unos meses debemos procurarles la atención que merecen. La calefacción, los cambios bruscos de temperatura, abusar del agua y no secarlas y el roce de los guantes. Todo contribuye, gota a gota, a resecar las manos y a afear tus uñas. Por suerte, existen unos cuidados básicos, que no te costará mucho integrar en tu día a día para lucir unas manos hidratadas, sin machas y más jóvenes.
Guía exprés de cuidados para manos y uñas
¿Sabes que si no preservas la hidratación y elasticidad de la piel de las manos eres más propenso a sufrir inflamación o dermatitis al romper la barrera protectora de la piel? Como ves, no se trata de un tema menor, pero al que, por desgracia, no prestamos la atención que merece. Toma nota, porque vamos al grano. Estas son las lineas maestras para un correcto cuidado de las manos y uñas:
- Extrema la hidratación a través del agua que consumes (un mínimo de 2 litros), así como de las frutas y verduras. Mejor que estén crudas para aprovechar los beneficios de sus vitaminas y enzimas. De este modo, potenciarás su efecto nutritivo.
- Alterna el consumo de frutas y verduras con zumos o ensaladas templadas. ¿Sabes que las semillas y el aguacate atesoran ácidos grasos esenciales para la hidratación de la piel? El aguacate debe convertirse en un habitual de tus rutinas de Belleza si tu piel está especialmente dañada por los rigores del invierno. Prueba a mezclarlo, una vez machacado, con un yogur natural. Aplícatelo lo más uniformemente que puedas sobre tus manos y ponte unos guantes de algodón para acelerar su acción. Al cabo de 15 minutos lávate las manos con un jabon neutro y te sorpenderá la suavidad que hallarás.
- Conviene no abusar del agua. Por eso, cada vez que hayas a fregar, lavar ropa... ponte unos guantes de goma para esquivar el contacto con los agentes desinfectantes e irritantes. Además, recuerda que la humedad y el frío no son una buena combinación para mantener la correcta hidratación de las manos, por lo que siempre que te mojes las manos sécalas cuanto antes.
- Recurre a técnicas mnemotécnicas para no olvidar aplicarte el gel de caléndula o los guantes, colocándolos a la vista y así obligarte a utilizarlos.
- Realízate un peeling casero cada semana añadiendo un poco de azúcar a tu crema habitual. Además de eliminar las pieles muertas, que impiden la correcta asimilación de los hidratantes, reactivarás la circulación embelleciendo tus manos.
- Aplícate cremas humectantes enriquecidas con aloe vera, manteca de karité, Niasinamida o Dexpantenol realizando ligeros movimientos circulares y acostúmbrate a practicarlo antes de irse a dormir.
- Es algo que olvidamos habitulamente. Sin embargo, conveniente que la hidrantante diaria incorpore protección solar. Muchas de las manchas de las manos son causadas por la excesiva exposición solar o por descuidar su protección. Hasta en los días poco soleados tu piel no puede escapar a su agresión.
Cuida tus manos
Aunque parezca obvio, no está de más señalar que tengas en cuenta tu tipo de piel y el estado en el que se encuentran tus manos.
Si no están especialmente secas no abuses de las lociones oleosas, porque no servirán de mucho. Sencillo, ¿verdad? Con estos pequeños gestos ya no tienes excusas para no despedirte de las arrugas, escamas y manchas en las manos. Ya estás avisado; ahora está en tu mano ponerlo en práctica.