Varios países de Europa sufren una ola de frío polar continental que se originó días atrás y se estima que se mantendrá hasta el próximo miércoles. La masa de frío se extiende desde Escandinavia hasta el Mediterráneo dejando a su paso un saldo de 80 muertes en Polonia, Bulgaria, Italia, República Checa, Rusia, Grecia, Eslovaquia, Macedonia. En este contexto, Polonia es uno de los sitios más afectados, a causa de las temperaturas que descienden a 20 grados bajo cero, en los últimos días murieron más de veinte personas por hipotermia, según datos del Centro de Seguridad del Gobierno Polaco.
En tanto, en Moscú, se midió la temperatura más baja de enero en más de 100 años, 29 grados bajo cero. En Rusia ya se contabilizan ocho víctimas mortales. Mientras que en Croacia a causa del viento, la sensación térmica desciende a 40 grados bajo cero. En Bulgaria las temperaturas de entre 14 y 26 grados bajo cero, dejan un saldo de cuatro muertos, la mayoría personas sin techo, este colectivo es el más afectados por esta ola de frío. Por ejemplo, en República Checa, seis nuevas víctimas en situación de calle fallecieron. En tanto que, en Italia, murieron alrededor de siete personas de las cuales cinco eran vagabundos.
Efectos paralelos: medidas para afrontarlos
Las diferentes administraciones de las zonas afectadas por la ola de frío tomaron medidas extremas para paliar los efectos adversos.
En Rumanía se declaró la alerta naranja en algunas zonas por las temperaturas que descendieron a 29 grados bajo cero. A su vez, debido a las fuertes nevadas el tráfico fluvial en el Río Danubio fue cancelado en la zona de Serbia. En el caso de Estambul, como consecuencia de la tormenta que el pasado sábado paralizó a la ciudad, se anularon centenares de vuelos y se interrumpió el tráfico en el Estrecho del Bósforo.
En el caso de Italia, las autoridades decidieron cerrar numerosas escuelas en zonas del centro y sur del país, debido a la nieve y las bajas temperaturas. A su vez, algunas carreteras se vieron afectadas a causa del hielo acumulado y en los hospitales la nieve dificultó el acceso a particulares, según informaron medios locales, las autoridades trabajan para paliar estos inconvenientes.
Sin escapatoria: sobrevivir al invierno
Según datos de Médicos Sin Fronteras (MSF), muchos refugiados en zonas de Europa sufren con creces las inclemencias del clima. Particularmente, en Grecia y zonas de los Balcanes, donde se encuentran indefensos ante la falta de asistencia y la deficiencia en infraestructura para afrontar las condiciones climáticas extremas. Desde la ONG denuncian la negligencia de las políticas europeas que no proporcionan las condiciones adecuadas para afrontar esta problemática.
Entre las zonas más críticas se destaca la situación de quienes se encuentran atrapados en las islas griegas; aquellos que están en edificios abandonados en Belgrado o los que intentan cruzar las fronteras de los Balcanes.
Concretamente, en el caso de Serbia, alrededor de 2.000 jóvenes, duermen en edificios abandonados, en zonas donde las temperaturas llegan a los 20 grados bajo cero.
A través de su acérrimo reclamo, desde Médicos Sin Fronteras intentan mostrar las deficiencias con las que se encuentran quienes trabajan en los campos de refugiados y la impotencia ante situaciones como la actual, donde la falta de recursos hace imposible afrontar las inclemencias del clima e impedir que día tras día se susciten más muertes.