¿Cómo liberarnos del ruido? En estos tiempos modernos, vivimos inmersos en un torbellino de ruidos, tanto externos como internos, producto de la cantidad de estímulos que recibimos a diario. El silencio, ha pasado a ser una regla incómoda impuesta en los lugares de culto o en las bibliotecas. También se asocia con las prácticas espirituales,como la meditación, pero ajena al resto que no se identifique con ninguna corriente en concreto.

El tiempo que se dedicaba a estar en silencio con nuestros pensamientos o al simple hecho de llegar a casa y tumbarnos en el sofá sin hacer nada, ahora lo empleamos en sumergirnos en el basto océano virtual de la mano de nuestro fiel e inseparable compañero, el teléfono móvil.

Estamos convencidos de que la mejor manera de aprovechar nuestro tiempo es estar las 24 horas conectados, recibiendo el mayor flujo de información e interacción posible.

Muy al contrario, esta sobrecarga de estímulos puede ser contraproducente, incluso puede bloquear tu creatividad y restarte energía. Lo primero que genera el ruido es el estrés, ya que las personas están en un constante estado de alerta y no tienen la capacidad mental de generar ideas nuevas.

Una dosis de silencio al día

En un estudio realizado en 2013, demostró que pasar unas horas en silencio, diariamente, hace que las células se regeneren en el hipocampo. De esta manera, el silencio ayuda al buen funcionamiento de nuestro cerebro.

Tal vez, unas horas al día nos parezca demasiado para nuestro ritmo de vida. Pues comenzar con 5 minutos, no estaría nada mal. Sólo se trata de estar contigo mismo en silencio, oyendo tu respiración. No te hagas preguntas, no te cuestiones, no repases tu copada agenda de la semana, no te preocupes por lo que vas a preparar de cena, olvídate del móvil, desconéctate, ponlo en modo “Silencio”.

Esta sencilla práctica diaria, disminuye la carga energética, que en niveles altos se manifiesta en estrés o enfermedades psicosomáticas. Además contribuye a mejorar el aprendizaje, la Motivación, la creatividad y el florecimiento de nuevas ideas.

Y es muy posible que, junto con eso, nos sintamos con buen de ánimo, durmamos mejor, estemos más descansados, más resueltos, que apretemos menos los dientes, incluso que nos ahorremos más de algún dolor de cabeza.

El tiempo en silencio puede ayudarnos a enfocarnos en la vida que queremos y buscar la manera de conseguirlo.

El silencio es buen consejero en los momentos inciertos, es una cálida morada cuando necesitamos paz y tranquilidad, una fuente inagotable de sabiduría para encontrar las respuestas que tanto hemos estado buscando.