El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio ambiente. La selección de este día para instaurar esta celebración no es casualidad, y está determinada por la Asamblea General de Naciones Unidas. La Asamblea General estableció en 1972 que, a partir de 1973, todos los 5 de junio fueran el Día Mundial del Medio Ambiente como recuerdo a la Conferencia de Estocolmo, celebrada en 1972, cuyo principal tema de debate fue el medio Ambiente, y fue una de las primeras veces en las que los Estados debatieron sobre los problemas que causa la degradación ambiental y el cambio climático.
Mucho ha llovido desde aquel primera celebración en 1973 y, hoy en día, la mayoría de los países del mundo e instituciones han desarrollado conciencia medioambiental y trabajan de forma activa en la lucha contra el cambio climático, la desesertización, la deforestación, o la destrucción de los fondos marinos y los océanos.
Los objetivos principales de esta celebración son varios, aunque cabe destacar la concienciación como elemento fundamental. Naturalmente, el objetivo no es que en un único día se realicen actividades encaminadas al respecto del medio. Sin embargo, estas actividades sí que tienen el poder de crear conciencia ciudadana y hacer que diferentes personas a lo largo del planeta adopten hábitos de vida responsables y sostenibles, por lo que su labor va más allá del propio 5 de junio.
El Día Mundial del Medio Ambiente tiene cada año un país anfitrión diferente y, en 2017, ese país es Canadá. Se trata de uno de los países del planeta con una mayor riqueza natural, especialmente forestal, donde destacan sus parques naturales. Con el objetivo de promover el conocimiento y disfrute de estos espacios naturales, el país está llevando a cabo actos encaminados a concienciar y fomentar el respeto de esos santuarios naturales.
No en vano, el eslogan de este año es "Conectar a las personas con la naturaleza", ya que se entiende que es necesario recuperar la conexión del ser humano con la naturaleza del mismo modo que se tenía en generaciones pasadas. Se trata, sin duda, de una buena iniciativa que, como todos los años, servirá para recordarnos, aunque solo sea una vez cada 5 de junio, la importancia del medio ambiente y de la naturaleza en nuestras vidas; para recordarnos que, por mucho que avance la ciencia y por mucho que avance la tecnología, sin la naturaleza y el medio ambiente, no tenemos nada.