Estamos a punto de entrar en la estación del verano (aunque las temperaturas se han adelantado unas cuantas semanas). La obsesión por adelgazar rápido ha llegado tan lejos y por tener un cuerpo perfecto se hacen verdaderas locuras y ya se les ha ido de las manos.
La última moda (que puede llegar a poner en riesgo nuestro estado de salud) ha sido inyectarse las hormonas del embarazo para poder perder peso. Los médicos ya han puesto el grito en el cielo ya que están completamente en contra de este método que no está aprobado porque puede llegar a provocar graves efectos secundarios en el paciente.
Cómo se aplica la hormona del embarazo
El producto que se inyecta es la gonadotropina cariónica humana, o sea, la hormona del embarazo humano ya que supuestamente facilita la perdida de peso, llegando a casos donde se han perdido trece kilos al mes. Pero este método no está probado por médicos.
Incluso las sociedades endocrinas de muchos países ya se han manifestado totalmente en contra de este tipo de prácticas. Este producto se puede comprar por internet. Pero, ¿hay que seguir alguna clase de dieta? Se recomienda no exceder las 500 calorías cada día, la mayor parte provenientes de las proteínas. Si se toman 500 calorías cualquier persona puede perder peso sin necesidad de inyectarse cualquier clase de hormona con las consecuencias que pueden provocar.
Además inyectarse este tipo de hormonas durante más de doce semanas pone en serio peligro la salud del paciente.
Resultado negativos tras el uso de la hormona
Las personas que ya la han utilizado ya han escrito sobre sus experiencias y en todos los casos los resultados han sido negativos. Los médicos recuerdan que la única manera de perder peso es apostar por hábitos alimenticios saludables, controlar las porciones y comer solamente cuando tengamos hambre y no cuando sintamos ansiedad.
Sin duda el ser humano es increíble y a veces está loco: por la idea de que hay que perder peso antes del verano se cometen verdaderas locuras y sin sentidos con dietas extremas, trucos que sólo ponen en peligro nuestro estado de salud y una obsesión por estar delgados en pocas semanas como si fuera una obligación o una necesidad.
Los nutricionistas recuerdan que estas prácticas pueden tener efecto rebote y poner en peligro nuestros órganos internos.
Por otro lado, intentar perder peso en un par de semanas es una locura, hay que cuidarse durante todo el año, hacer ejercicio y cuidar nuestra dieta con una alimentación saludable y baja en calorías.