La depresión es una enfermedad verdadera

Puede parecer absolutamente increíble que estando ya en siglo XXI, todavía existan personas que solo consideren Enfermedades aquellas que afectan a un órgano físico. Y etiquetan y discriminan a aquellas personas que padecen una dolencia muy real, la depresión. Salvo algunos casos de estafa esporádicos llevados a cabo por lograr una baja laboral, la depresión es una enfermedad verdadera tanto emocional como biológica.

Todas las personas en algún momento de nuestras vidas, sufrimos fases de tristeza por la enorme cantidad de conflictos que genera ésta y la propia sociedad en la que estamos inmersos.

El fallecimiento de un familiar, la carencia de Empleo máxime cuando se ha de mantener a unos hijos, los desahucios, las enfermedades físicas graves como el cáncer o las cardiovasculares o una experiencia traumática vivida, como un atraco o estar en peligro de muerte, es muy común sufrir una depresión tras estados post-operatorios graves. Se suele decir que según la fortaleza de la persona, esto se supera. Pero hay personas que no lo logran solas y no es por carencia de fortaleza. Lo que les ocurre es que han pasado de un estado de tristeza comprensible a un estado depresivo.

La incomprensión de algunas personas de esta sociedad hace que se escuchen frases como “es un cuento y así no trabaja” o “está como un cencerro”.

Nada más lejos de la realidad, no son más que expresiones producto de la ignorancia de aquellas personas que las pronuncian. Así que voy a ilustrarlas, ya que hay muchos que tenemos familiares o amigos en estados depresivos.

Hay dos tipos de depresión:

-La que afecta a las emociones y se trata mediante terapia psicológica, como se muestra por Depresión

-La que afecta a la química cerebral que suele ser genética, aunque conocer su predisposición genética no es suficiente como puede apreciarse por Genético.

No obstante, se puede tratar y curar siendo solo preciso algo de ayuda.

Hay una sustancia cerebral responsable de los estados anímicos, llamada serotonina. Hay varios factores que influyen en ella como los cambios de temperatura, tal y se como se muestra por Serotonina. Cuando el grado de serotonina es demasiado bajo, se producen estados depresivos.

Por lo cual, sí podría decirse que la depresión es una enfermedad física, al igual que una diabetes afecta a la descompensación de la insulina segregada por el páncreas, o un cáncer de pulmón afecta al deterioro de las células pulmonares provocado por un consumo excesivo de tabaco, la depresión afecta a la segregación de la sustancia anteriormente mencionada en el cerebro, otro órgano. Pero cuidado, un exceso de serotonina es igualmente contraproducente, ésta ha de estar en un rango determinado. Durante la dieta habitual, se ingieren alimentos que aportan nutrientes que aumentan el grado de serotonina. La principal es la sal mineral de Magnesio, Mg2+ presente en alimentos tan comunes como los garbanzos.

Por eso es tan importante tomar este tipo de legumbre una vez a la semana. No obstante, si la depresión persiste es vital hablarlo y apoyarte en tus seres queridos que sean de absoluta confianza, ya que no todos lo comprenderán. Además, es vital ir al médico y ser tratado mediante profesionales de este ámbito, siendo necesaria tal vez el uso de medicación. Si sientes una enorme tristeza sin motivo aparente o por algún acontecimiento acaecido en tu vida y no logras reconducirla, si solo sientes ganas de llorar y no hacer nada, si te pasas el día en la cama y se va diluyendo el instinto de vivir y cuando un familiar intenta ayudarte te enfadas, estás sufriendo una depresión aguda. No te aísles, apóyate en tus seres queridos que sepas absolutamente que son de confianza.

Ve inmediatamente al médico y no te dejes influenciar por las palabras de las personas intolerantes que no la comprenden. Es una enfermedad como cualquier otra y es preciso tratarla.

Y recuerda, que la tristeza del alma puede destruir tu vida más rápido que una bacteria. No la dejes ganar.

María D. López-León

Licenciada en Química, Programa de Doctorado en Biomedicina, Profesora de Ciencias y Escritora.