Por regla general las personas emocionalmente estables evitan iniciar una relación partiendo de un conflicto. Sin embargo existen otras que sienten una atracción especial por las personas "en problemas" y este comportamiento fue identificado por las psicólogas clínicas Mary Lamia y Marilyn Krieger como síndrome del "Caballero Blanco", aunque afecta por igual a ambos sexos sin distinción de nivel económico o social.

Las vulnerabilidades más comunes son:

  • Una historia anterior de drogas, violencia, violación, desamparo o abandono.
  • Status migratorio: Personas que necesitan protección por tener un status migratorio irregular.
  • Deficiencia física: Un defecto físico notable, una condición genética o clínica (albinos, discapacitados, obesos, enfermos crónicos).
  • Situación legal: Personas que enfrentan procesos penales (ej: libertad condicional) o civiles (ej: disputa por custodia de hijos)
  • Interés profesional: La intensidad con que perseguimos un sueño nos puede hacer vulnerables en determinadas circunstancias.
  • Situación familiar: Fundamentalmente la que involucra a menores de edad. (padres que quedan solos con sus hijos).

Esto no significa que todas las personas con estas características sean vulnerables, es determinante el nivel de autoestima individual.

¿Cómo se manifiesta?

  • Bajo las premisas descritas anteriormente, aparece la figura del "caballero blanco" como "la única persona dispuesta a salvarla" y comienza un proceso de manipulación que persigue la gratitud incondicional ilimitada.
  • Al principio son personas complacientes, preocupadas y muestran una elevada empatía ante los problemas del otro, formando un fuerte lazo de confianza, aunque en realidad sólo acopian elementos que les faciliten tomar el control.
  • Temen la distancia física y emocional, lo que las convierte en posesivas, celosas y controladoras.
  • Buscan constantemente la aprobación del otro por la necesidad de sentirse únicos, especiales e imprescindibles, pero con la finalidad de afianzar su papel en la relación.
  • Refuerzan sutilmente las debilidades de su pareja erosionando intencionalmente su autoestima.
  • Suelen victimizarse haciendo aparecer al otro como ingrato.
  • Recuerdan veladamente la supuesta "desventaja" de su pareja..
  • Se sirven de la crítica descarnada, la culpa e incluso la violencia.

Consecuencias negativas

  • Tomará créditos de los logros del otro porque le hará ver constantemente que se los debe.
  • Pondrá osbtáculos para la solución definitiva de los problemas con el fin de mantener la dependencia y con ella, su posición de control.
  • Transferencia de sentimientos negativos como miedo, enojo, vergüenza con la finalidad de debilitar la disposición positiva del otro.
  • Aunque la manipulación es un elemento emocional, a través de ésta que se accede a todo tipo de beneficios materiales e intereses personales, desde ser económicamente mantenidos hasta la firma de documentos notariales a su favor (testamentos, comunidad de bienes).

Soluciones

Es bueno aclarar que aún en situaciones adversas es posible encontrar alguien que nos apoye de manera sincera, por lo que es importante aprender a distinguir este tipo de personas y decidir si es oportuno consentir la relación.

  • Evitar poner en mano de este tipo de personas detalles de nuestra situación ya que sería darle herramientas poderosas para la consecución de sus turbios propósitos.
  • Trabajar en la autoestima como base para neutralizar esta dañina conducta.
  • Y por último buscar ayuda profesional para realizar un cuadro psicológico personalizado.