Ciertos estudios establecen la curiosa comparación entre nuestro cerebro y un ordenador (o si lo prefiere, un disco duro externo). Algunos científicos han tratado de dar respuesta a la cantidad de información que podemos almacenar y procesar en nuestra mente. Los resultados son sorprendentes. El profesor de psicología Paul Reber, de la universidad privada de Northwestern (Estados Unidos), se atrevió a afirmar hace unos años que este sorprendente y misterioso órgano es capaz de almacenar de media entre dos a tres petabytes (o lo que es lo mismo, unos 3,000.000 GB).

Muchos quedamos perplejos al conocer este sorprendente dato, pero no hemos de olvidar que la información no solo debe ser almacenada, sino también debidamente procesada y esta tarea se complica notablemente cuando se acumula una alta cantidad (de ahí las habituales confusiones en los exámenes de temarios muy densos de alumnos que, pese a todo, han estudiado bastante).

Hoy, gracias a otro equipo científico de esta prestigiosa universidad estadounidense, podemos saber más acerca del 'CCleaner de nuestro cerebro' (conocida aplicación gratuita, que tiene como propósito mejorar el rendimiento de cualquier equipo que ejecute Microsoft mediante la eliminación de los archivos innecesarios y las entradas inválidas del registro de Windows).

El cerebro tiende a retener con mayor facilidad aquella información que considera relevante y vital para enfrentar situaciones futuras y anticiparse a ellas. Por otra parte, cuando descubre que la previsión no fue correcta, los elimina para ceder su espacio a información más útil. Según han aclarado, las previsiones son el principal indicador para los errores cometidos, de modo que a mayor confianza hayamos dedicado a ellas, mayor será nuestra facilidad para olvidar en caso de fallo.

Es paradójico con el saber popular que nos recomienda aprender de nuestros errores. El cerebro trata de desprenderse, no obstante, de la información recopilada para evitar el mismo, no el error en sí.