Cuca Gamarra, portavoz del Grupo Popular en el Congreso, confirmó ayer que su partido se salía del Pacto Antitransfuguismo, argumentando el "uso torticero" de este contra el PP, además de considerar que no funcionaba. Ya el partido de Casado había comunicado al Ministerio de Política Territorial, a través de una carta enviada el 13 de junio, dicha decisión; en donde señalaban que Miquel Iceta, ministro de Política Territorial, no dio respuesta a las demandas del partido de convocar una comisión de seguimiento.
Volverán al pacto cuando este respete la imparcialidad
Además, el PP ha señalado que este pacto tiene muchas “lagunas jurídicas” y que no se respeta la imparcialidad en el funcionamiento del mismo. Sin embargo, el PP no ha dejado la puerta cerrada a volver al pacto, siempre y cuando el Gobierno "rectifique y deje de utilizarlo, además de otras instituciones, de forma partidista", han declarado fuentes populares.
El PP dice que el Pacto Antitransfuguismo estaba roto desde abril
Este pacto, firmado en el 98, ha quedado seriamente herido, pues el PP, en dicha carta, avisaba que este llevaba roto desde abril y que todas las decisiones y acuerdos que se tomaron desde ese momento no tienen validez alguna.
Esto viene a colación de que, tanto Fernando López Miras, presidente de la región de Murcia, como los diputados de Ciudadanos fueron considerados en un informe, por la comisión de seguimiento de dicho pacto, tránsfugas tras la moción de censura de marzo en Murcia, documento que los populares no han aceptado.
La moción de censura en Murcia ha sido el detonante de la ruptura del pacto
Precisamente fue la crisis política en el Gobierno de la Región de Murcia la que detonó la ruptura del pacto. La moción de censura que llevaron a cabo PSOE y Ciudadanos para acabar con el gobierno de la región fue neutralizada por Fernando López Miras captando a diputados de Vox (políticos apartados del partido de Abascal) y de Ciudadanos.
Edmundo Bal y María Jesús Montero han mostrado su rechazo a dicha decisión
Edmundo Bal, vicesecretario general del partido naranja, ha mostrado su rechazo a la decisión del PP pues, según palabras del propio Bal, un pacto se firma para cumplirlo, no para cumplirlo cuando a uno le conviene. Por ello, considera que este movimiento de los de Casado trata de “utilizar a tránsfugas” de cualquier formación política en su beneficio, por lo que ha pedido que den marcha atrás y vuelvan al pacto. Por parte del Gobierno, la ministra portavoz, María Jesús Montero, tachó la reacción de los populares como “impropia” del primer partido de la oposición, atacando, de paso, a Casado, juzgando que este acto pone de manifiesto que su formación se encuentra en a “la deriva”.