“El Partido Popular (PP) tiene que tener gente de aquí, que sea catalana, y si es posible que tengan apellidos catalanes y hablen catalán”. Con estas duras palabras se ha dirigido el líder de la formación política que preside Pablo Casado en el Ayuntamiento de Barcelona Josep Bou a la dirigente popular Cayetana Álvarez de Toledo. Con unas expresiones que han sido tildadas como de racistas por algunos sectores del PP nacional. También se interpreta como una lucha entre las dos corrientes que coexisten en el partido; los que optan por una mayor cooperación con Vox y los que defienden una vuelta a los principios centristas y reformistas.

El representante del Partido Popular llegó a plantearse la necesidad de contar con una dirigente de estas características. Al afirmar, ante la sorpresa de todos, que “en las comarcas preguntan ¿qué hace hablando castellano, para qué viene? ¿Es que no tenemos a gente de casa, catalanes, para que vengan de fuera? Y esta gente vota. Tenemos que hacer proselitismo, convencer y vender el producto y ella no era la mejor persona para hacer eso”.

Álvarez de Toledo encabezó la lista del PP por Barcelona

Estas duras declaraciones ante la presencia cada vez más relevante de Álvarez de Toledo en la Ciudad Condal se enmarcan dentro de las dos estrategias del partido. En este sentido, hay que incidir en que la dirigente popular se presentó como número uno por Barcelona al Congreso de los Diputados en las dos últimas elecciones legislativas.

Cuando su vinculación con el territorio catalán es nula.

Por otra parte, el dirigente de derechas Josep Bou es un conocido panadero que fue presidente hasta hace poco tiempo de la entidad constitucionalista “Empresaris de Catalunya”. Nuevo en la vida política y que aterrizó en las pasadas elecciones municipales como cabeza de lista por la capital de Cataluña.

En donde, ha llegado a advertir que los de Pablo Casado deben modificar la estrategia que tienen, sobre todo en Cataluña.

Dos almas dentro del mismo partido

Al poner de manifiesto que “los catalanes queremos gente de casa” se ha decantado por las posiciones de los críticos dentro del Partido Popular. Es especial, tras el abandono activo de la política de Borja Sémper, dirigente de los populares en el País Vasco y que ha lanzado un serio aviso a la estrategia emprendida por Pablo Casado.

En línea también con la que lleva a cabo el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Nuñéz Feijoó.

En contraste con la línea dura que está llevando a cabo Cayetana Álvarez de Toledo. Mucho más próxima a la tesis de la derecha radical que representa la formación que lidera Abascal. Ante un próximo debate que se deberá impulsar en el próximo congreso de esta formación política y en donde se están posicionando sus principales líderes.