La amistad de Pablo Crespo y Pablo Correa con Álvaro Pérez se ha deteriorado en los últimos tiempos a causa del menú de la prisión de Valedomoro en la que cumplen condena desde el 14 de febrero de 2017.

La Sexta ha hecho pública esta información en la que detalla como Álvaro Pérez, -el Bigotes- hasta ahora era el encargado de servir las bandejas de comida de los presos del Módulo 5 en la prisión de Valdemoro. Crespo y Correa, según La Sexta, se han quejado porque su comida en la bandeja "estaba fría y que era, incluso, del día anterior y muy escasa".

Hasta hace pocos días los tres cabecillas de la trama se encontraban en el Módulo cinco que es el "más restrictivo" del recinto penitenciario.

En este sentido, El Español señalaba que la dirección del centro ha "ordenado el traslado de Álvaro Pérez a otro módulo para evitar más fricciones" en alusión a las discrepancias señaladas por la comida que han tenido los reclusos en los últimos días.

La noticia publicada por El Español aclara que estás diferencias se han producido en el office de la cárcel "donde El Bigotes participaba apoyando las actividades de la cocina; principalmente, repartiendo la comida y los utensilios de mesa".

En este contexto, es donde Correa y Crespo presentaron "una queja ante la dirección de la cárcel en la que afirmaban que recibían un trato negativo por parte de El Bigotes en el office", señala El Español.

Este medio digital destaca que la posición del centro penitenciario ha sido evitar el enfrentamiento y para ello ha separado a El Bigotes de Correa y Crespo. De esta forma se evitará que entre los reclusos citados el enfrentamiento pueda progresar; zanjando así el tema para que no pase a mayores.

El Bigotes y la gastronomía

La afición de El Bigotes por la gastronomía fue noticia mientras declaraba en la comisión de la Gürtel cuando pidió abandonar la sesión porque estaba participando en un curso de cocina.

Aclaró que en ese momento sus compañeros estaban "pochando" y que él no se quería perder la clase porque luego hacían exámenes.

En esta línea, La Sexta recuerda que en ese curso de cocina también se incluía una parte en la que se aprendía repostería y cuando se acaba de hacer este ejercicio, Álvaro Pérez, unas veces lo repartía entre los presos que tenían menos recursos mientras que otras veces les daba parte a Pablo Crespo y a Pablo Correa. Y, según confirma La Sexta, las veces que no llegaba el bizcocho les empezó a molestar tanto a Crespo como Correa.