El FMI es el Fondo Monetario Internacional, y la OMC es la Organización Mundial del Comercio, ambos organismos colaboran entre sí para garantizar un sistema sólido de comercio y pagos internacionales.

El Fondo Monetario Internacional fue creado en 1945 para promover la estabilidad del sistema de los tipos de cambios, y brindar la oportunidad para corregir de forma ordenada los problemas de balanza de pagos de los países miembros. En tal sentido, promover un crecimiento económico reduciendo así la pobreza del mundo es decir, esta es su función de origen.

Consecuencia de subir los aranceles comerciales

Si la creación del FMI era para fortalecer a sus países miembros, al subir los aranceles comerciales por decisión de los Estados Unidos, perjudicaría directamente a sus miembros, sin medir sus efectos, lo que ha traído como consecuencias fuertes protestas durante el fin de semana, estas multitudes trataron de llegar hasta la embajada de los EEUU, pero una fuerte cadena del equipo de seguridad policial impidió la llegada de los manifestantes.

Por otro lado, entre gritos y consignas la gente se manifestó y se dirigieron a sus líderes políticos entre ellos al presidente de Argentina Mauricio Macri, y a representantes del FMI por las injustas acciones comerciales que están tramitando.

Tensión política entre el G20 y el FMI

En toda negociación comercial, independientemente del tamaño del país, deben existir acuerdos sanos donde ganen todos sus miembros, y perderá aquel que no cumpla con dichos acuerdos entre sanciones y multas. Pero en este caso pareciera existir un solo y único beneficiado, los Estados Unidos.

Creando una tensión política y económica, ya que afecta a varias naciones.

La directora gerente del (FMI) Christine Lagarde, en rueda de prensa comunicó que el PIB global podría sufrir un derrumbe por la guerra comercial en curso, de manera que es importante que los líderes del mundo puedan entender que el beneficio de uno puede ser también el beneficio de muchos por lo que no debería ser considerada una nación sino todos los miembros.

Por tal motivo, el G20 debe fortalecer realmente a sus miembros dando las herramientas efectivas para un bien en común; la crisis económica actual es un tema difícil de tratar. Pero más difícil es cuando las naciones que son consideradas una de las más poderosas quieran en vez de ayudar a sus aliados, hundirlos pensando solo en el beneficio particular, trayendo como resultado en este caso tensión entre el G20 y el FMI.