El tormento por el llanto de niños extranjeros, separados de sus padres y encerrados en centros de detención, está doblegando al Partido Republicano. Contra la voluntad de Donald Trump, los líderes derechistas del Congreso están listos para votar por nuevas leyes que impidan la separación de los hogares entre los inmigrantes arrestados cuando cruzan la frontera. En el Senado, un proyecto de ley es presentado por el jefe de la mayoría republicana, Mitch McConnell. Un diseño similar está en progreso en la Cámara, incluso eso es apoyado por los líderes del partido mayoritario.

La ola de indignación que en Estados Unidos y en el mundo que han reaccionado ante las noticias sobre los niños arrancados de sus padres, si no fuera suficiente para doblegar a Trump, sin embargo, ha empujado a varios miembros de su partido a la acción. El Grand Old Party se arriesgó a una crisis interna, después de que varios líderes autoritarios condenaron las separaciones de menores y al menos un gobernador republicano (Maryland) retiró a sus reservistas de las operaciones policiales en la frontera con México.

Urge una ley que no separe a las familias

Los proyectos de ley apoyados por el partido del presidente también prevén un fortalecimiento de los tribunales que examinan las solicitudes de asilo.

Precisamente aquellos tribunales que en la mañana habían sido objeto de burla por parte del presidente. "Quieren agregar miles de jueces -había dicho Trump en una conferencia de prensa- pero no necesitamos jueces, necesitamos una frontera segura, muchos más jueces, ¿te imaginas cuánta corrupción?". La había tomado incluso con los abogados de los inmigrantes, llamándolos deshonestos.

Es, en cambio, al menos en el primer borrador, que Trump será capaz de transmitir sus prioridades sobre la reforma migratoria rápidamente: los fondos para la construcción del muro con México, la abolición de la Green Card por sorteo para las minorías étnicas, y las restricciones de todas las visas de trabajo para seleccionar insumos basados ​​en talentos profesionales.

Organismos y ciudadanos del mundo protestan contra separación de familias

Desde ex primeras damas de los Estados Unidos, como Laura Bush, Michelle Obama han expresado su molestia ante las medidas del gobierno de separar a las familias e incluso la actual Primera Dama, Melania Bush ha indicado que la ley hay que cumplirla, pero también hay que gobernar con el corazón.

De momento organismos como UNICEF también han protestado por estas medidas de parte del gobierno norteamericano, que según ellos es una clara violación a los derechos humanos y que violenta contra la dignidad y los derechos fundamentales de las personas y lo peor es el trauma que se le causa a los niños involucrados en esa situación. Mientras tanto en las calles de los Estados Unidos y otros países, las manifestaciones no se han hecho esperar y protestan contra las medidas crueles y sin compasión de Donald Trump.