Quim Torra i Pla ha sido investido 131 president de la Generalitat de Cataluña en la segunda votación gracias a la abstención CUP. Tras la votación Torra ha dirigido unas palabras a Carles Puigdemont para agradecerle su confianza y, además, ha agradecido a sus correligionarios políticos y a su familia el apoyo que le han brindado sin el que, según sus palabras, no habría sido posible haber logrado esta distinción. Tras esta jornada en el Parlamento de Cataluña, el reto para Torra es formar gobierno, así como tomar posesión del cargo.
Sin embargo, tendrá que tomar una serie de decisiones que mucho más que protocolarias que están marcadas por el las rutinas asociadas al cargo de president de la Generalitat.
Sin embargo, antes de la confirmación oficial de la presidencia, el rey Felipe VI tendrá que sancionar está investidura para que adquiera carácter oficial. Se ha sabido que el presidente de la Mesa del Parlament no se entrevistará con el monarca sino que le informarán por correo electrónico notificándole el resultado adoptado en la cámara catalana.La investidura, asimismo, también tiene que aparecer en el Diari Oficial de la Generalitat y , a partir, de estos pasos previos es cuando se podrá celebrar la sesión en la que Quim Torra tomará, oficialmente, posesión del cargo de president de la Generaltiat. Estos escenarios y estos tempos se configurarán en una situación política tensa sin precedentes en la historia contemporánea del parlamentarismo catalán.
Nuevo ciclo político
La nueva etapa en la política catalana adquiere especial relevancia por la vinculación de estas presidencia con el mandato que Torra ha recibido de Carles Puigdemont. De hecho, se ha confirmado que Torra visitará a Carles Puigdemont en Alemania para abordar temas de actualidad de la política catalana. Es significativo que, Torra, habla de "diálogo, República, excepcionalidad y de provisionalidad".
Estos cuatro aspectos se tendrán que interrelacionar para armar la estructura política que, por ahora, ha definido Torra durante sus intervenciones en ambos debates de investidura.
Estos aspectos, asimismo, han de ser compatibles con la capacidad de acción de un Gobierno catalán del que, por ahora, solo se saben algunos nombres que aún no han sido confirmados pero que, al parecer, son fruto de largas negociaciones entre Junts per Catalunya y Esquerra Repúblicana de Cataluña.