Lo que no han conseguido polémicas como las destapadas en el caso Lezo o la de su máster, lo ha convertido en realidad una grabación de hace 7 años. En ella, se ve a Cristina Cifuentes robando un par de cremas en su supermercado. Ha sido la gota que colmó el vaso de los escándalos, aunque hay fuentes que señalan al día de hoy como el fijada para su salida, empujada por gente de su propio partido.

Dimisión, linchamiento y permanencia

El momento de la publicación de su decisión de dimitir ha sido aprovechado por la protagonista para lanzar una serie de justificaciones.

Es decir, que no todo ha sido decir que se va, sino que lanzó dardos envenenados contra sus oponentes y se justificó ante sus defensores.

Por un lado, dimite diciendo que ya tenía pensado hacerlo. Pero no ahora, sino tras el 2 de mayo. El detonador del adelanto sería el vídeo, de hace años, donde las cámaras de seguridad muestran a Cifuentes con un agente de seguridad de un supermercado, donde habría sido pillada robando dos botes de crema.

Por otro lado, advierte que se va porque el proceso de linchamiento al que se ve sometida está mermando sus fuerzas, afectando a su familia y desgastando la imagen del PP. Al tiempo, dice hacerlo para evitar un gobierno de izquierdas que contaría con la anuencia del voto de confianza de Ciudadanos.

Sin embargo, parece dejar claro que su intención es seguir al frente del PP madrileño, contando con la confianza de sus compañeros y, sobre todo, del presidente del gobierno, Mariano Rajoy.

¿Una decisión ya tomada en el PP?

Mientras se hacía pública la decisión de la hasta entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, algunas fuentes hablaban de una toma de postura paralela.

Rajoy habría hablado con la secretaria general del partido, y ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, al tiempo que se comunicaría con Fernando Martínez-Maillo, coordinador general del PP.

Esta es la revelación de la agencia Europa Press, citando la consabida frase hecha de que han recibido los datos de “fuentes cercanas” al PP.

La orden parece que ha sido efectiva y fulminante, porque se produce instantáneamente y hay una respuesta del propio Rajoy: se abre una nueva etapa en el partido, se alaba la dimisión por ser lo que tenía que haber hecho y se deja el futuro de Cifuentes en el aire.

El gobierno en funciones de la Comunidad

El elegido para ocupar el puesto vacío de Cifuentes es Ángel Garrido, consejero y portavoz del Gobierno regional. A partir de hoy será el presidente en funciones de la Comunidad. Se abre un tiempo de presentación de candidato y elección por parte de la Asamblea de Madrid, en orden a un gobierno estable y no en funciones.