Parte del plan promocional de Carles Puigdemont para llevar adelante su proceso independentistas fue trasladar el problema de Cataluña al resto de Europa. A como diera lugar, entre la fuerza y lo impuesto, logró que el soberanismo catalán llegara hasta la Universidad de Copenhague en Dinamarca.
Tal vez, el "hablan Sancho, señal que cabalgamos" no fue para el expresidente un buen momento. Una de las profesoras con derecho a intervenir en la exposición de Puigdemont en la universidad no dudó en formular sus preguntas de manera tal, que la respuesta que dejara bien parado al exalcalde de Girona fuera de difícil resolución.
Entre las preguntas, muchas de ellas precedidas por pequeñas aclaraciones se interrogó a Puigdemont sobre los problemas étnicos y si votar a favor de la constitución no exime tener que respetarla. El expresident, que se refugió en Bruselas en noviembre del 2017, viajó a Dinamarca para presentarse en la charla llamada "¿Cataluña y Europa, en una encrucijada por la democracia?".
Las preguntas punzantes de esta docente que ha escrito libros y ensayos relacionados con la política internacional aguaron la comparecencia de Puigdemont dejando en evidencia ciertos fallos o desconocimientos de la propuesta independentista.