Ha estallado la enésima campaña sin pies ni cabeza en Twitter y otras Redes Sociales para hundir la carrera o la vida de alguien, porque alguie que se cree Dios, ha decidido liderar una protesta, como casi todas ellas, insólita.
La víctima de la campaña es la periodista Julia Otero, que no necesita presentación. Su colega periodista Iu Forn ha descubierto que alguien llamado J.A.V.
(preferimos no decir su nombre) cuelga en Twitter una foto de ella con Anna Gabriel, la ex diputada de la CUP, ambas protegidas por un paraguas, y el texto: “RT este mensaje si quieres que Onda Cero despida a Julia Otero”.
Quienes conocemos a Julia Otero, creemos que ella siempre dice lo que piensa y nunca ofende a nadie, además de que no es indepediente, pero a J.A.V. sí le ha ofendido y cree que Otero sí lo es. Simplemente por esa foto de ella con Gabriel.
Hermann Tertsch aprovechó para insultar a Julia Otero, y otros la llamaron prostituta
Al señor J.A.V., que dice en su página que tiene “sentido común”, se han unido otros tuiteros, compitiendo a ver qué mayores barbaridades dicen.
Hermann Tertsch, enemigo declarado de la Otero, ha tomado parte en esta absurda cruzada.
Dos de ellos llegaron al insulto personal, llamándolas “zorras asquerosas” y “Eras una buena periodista, Julia. ¿Cómo te puedes prostituir con esa marrana?” Dos insultos a los que seguro que Julia contestará sin tapujos, y si hace falta, con querellas criminales contra ellos.
La foto que tanto ofendió al señor J.A.V. es del programa de TV3 “Fora de sèrie”, donde un famoso periodista que trabajó alguna vez en la cadena entrevista a un famoso personaje. Julia Otero, que presentó un magazine vespertino en TV3 de 2001 al 2004, eligió a Anna Gabriel para una entrevista en profundidad. Y como pasó con la entrevista de Andreu Buenafuente a Carles Puigdemont, la entrevista transcurrió en tono absolutamente civilizado, respetando ambos sus puntos de vista de la vida, la Política y Cataluña.
Y sobre Julia Otero, ella en sus artículos y en su programa vespertino diario en Onda Cero, siempre se ha declarado unionista, no independentista, pero jamás con el extremismo y fanatismo de ciertos periodistas que han convertido Internet en un territorio peligroso.
Cada vez hay campañas más fanatizadas y radicales contra quienes no gustan a algunos
Con campañas paranoicas como ésta, se demuestra el grado de fanatismo que hay en las Redes Sociales. Si a Julia Otero la atacan por una entrevista de hace un año, y a Toni Soler, el presentador de “Està passant” y director del “Polònia”, por un tuit irónico donde denunciaba la doble moral de los magistrados del TS.
Este cronista piensa en qué dirían ahora, por ejemplo, del Papa Juan Pablo II cuando visitó en la cárcel al terrorista turco Ali Agca, que intentó asesinarlo en 1981, dándose un abrazo con él, demostrando su deber episcopal de perdonar los pecados ajenos, o cuando recibió en audiencia a Fidel Castro en su despacho del Vaticano cuando antes eran enemigos irreconciliables.
A Su Santidad le habrían dicho traidor, islamista o que tiene síndrome de Estocolmo, por ejemplo. Este tipo de campañas son tan ridículas, que cualquier día veremos a alguien montando Boicot a Steven Spielberg cuando, al darle la Palma de Oro de Cannes a “La vida de Adèle”, con sus escenas de sexo lésbico explícito, dijo orgulloso: “Me ha gustado tanto la película, que pienso verla de nuevo en mi casa de California, en compañía de mis hijos”.
Aunque todos saben que sus hijos ya tienen 35 años como mínimo, algún tuitero ultra le hubiera acusado de corruptor de menores o de prostituir sus principios para hacer la pelota a los espectadores franceses, exigiendo retirar sus películas de las salas y tirar a la basura todos los DVD de este director.