Tiemblan los independentistas puesto que en sus encuestas internas han detectado que la victoria de Ciudadanos será un hecho el próximo 21D. No lo harán público pero han cambiado su objetivo y ahora no es otro que evitar que el auge del partido naranja les conduzca a un escenario totalmente inesperado, hace tan solo un mes.
Las encuestas internas dan por vencedor a Ciudadanos
Y es que ERC ya sabe, por sus propias encuestas, que la victoria del partido de Inés Arrimadas será un hecho. Esto ha llevado a un estado de pánico en el partido republicano que ve como Ciudadanos, no solo ha crecido de manera inesperada, sino que lo va a seguir haciendo y lo que es peor para sus intereses, temen que las encuestas no muestren al completo lo que pueda ocurrir el 21D.
El partido de Junqueras y Marta Rovira, tiene datos que le hacen pensar que el aumento de la participación beneficiará al partido de Albert Rivera y entienden que los votantes de Ciudadanos, pueden ocultar su voto final, en las mencionadas encuestas.
El efecto Puigdemont se disuelve cual azucarillo
Además de las encuestas internas de ERC, preocupa en el mundo independentista el efecto gaseosa de la peculiar campaña de Puigdemont y la antigua CIU, ahora denominada Junts per Catalunya. Este efecto, no ha servido para aumentar el porcentaje de votos de los precursores del procés, sino por el contrario, ha hecho dejar escapar una segura victoria a ERC, dejando la misma en bandeja a Inés Arrimadas.
El miedo de los independentistas al voto por correo
Y a todo ello, se une, la preocupación, tanto por parte de ERC como de Junts per Catalunya, en relación al voto por correo. Un elemento que nunca fue decisivo y que ahora se antoja mucho más importante que nunca, dada la alta participación. La percepción de estos partidos es que el mensaje de vivir bajo el yugo de un estado represor, no solo no ha calado en Europa, sino que ha movilizado más a los catalanes españolistas que a los independentistas.
La CUP no ayuda y los votos del PP serán para Arrimadas
En último término, el mensaje que desde la CUP se ha lanzado, en el sentido de que no apoyarán ningún gobierno que no se mantenga en el camino unilateral, ha hecho daño a los dos partidos nacionalistas. La CUP pierde fuerza y el bloque catalanista no muestra la homogeneidad del bloque constitucionalista.
El pánico se ha adueñado de quienes hasta hace apenas unos días, se veían triunfantes, puesto que ven como Podemos trasvasa votos al PSC, el PP a Ciudadanos y el partido de Arrimadas, crece sin parar, y donde antes era rechazado, ahora llena mítines.