Después de varios sin ir a su domicilio familiar, el ex president de la Generalitat, Carles Puigdemont ha optado este sábado por darse un baño de masas y recorrer las calles de Girona como si de un héroe se tratase.

Tras emitirse el comunicado en TV3 donde Puigdemont pide tranquilidad y normalidad al pueblo catalán, el ex president se ha dirigido hasta el centro de Girona para almorzar en compañía de su esposa Marcela Topor. Algunos vecinos han aprovechado la ocasión para tomar fotografías y saludar al presidente cesado.

El primer día del artículo 155 de la Constitución ha transcurrido con aparente normalidad para Puigdemont.

Tras pedir en un comunicado que la ciudadanía defienda públicamente la aplicación del citado artículo, ha omitido pronunciarse respecto a su destitución. Tampoco lo ha hecho Oriol Junqueras, ex vicepresidente, que sí ha pedido a los catalanes independentistas "perseverancia".

En el especial que emitió TV3, Puigdemont asegura que su intención es seguir trabajando para continuar con su mandato. En su alocución ha pedido que la ciudadanía que no recurran a la violencia, mientras sostenía que se mantendrá en su pacifismo para defender su mandato.

En el mismo mensaje ha fue grabado con antelación y en el que Puigdemont aparece rodeado de la bandera catalana y la europea, no asume su cese y ratifica que, en una democracia, quienes escogen a sus presidentes son los parlamentos.

Ha pedido que se respeten los símbolos y las personas, así también como las instituciones, que sean contrarias al independentismo.

El llamado a no aplicar la violencia ha sido repetido a lo largo de la comparecencia. No ha sido algo dejado al azar, si la Fiscalía presenta este lunes 30 la querella contra él, la pena por el uso de la violencia se eleva de 3 años a 20.

La mención a realizar una oposición democrática al artículo 155 es la mejor manera, según su entender, de construir un país libre y la forma de mantener lazos de fraternidad con los pueblos de España.

Mientras tanto, las funciones que le han sido retiradas a Puigdemont como presidente de la Generalitat ya han sido asumidas por la vicepresidenta Soraya Saenz de Santamaría, quien una vez más ha recibido el voto de confianza ante una situación complicada de Mariano Rajoy.

La agenda laboral de Santamaría estará dada por la coordinación de los ministerios catalanes, competencia hasta hace unas horas de Carles Puigdemont, y de las funciones que desempeñaba como vicepresidente, Oriol Junqueras. Estas tareas las realizará a la par que sus funciones como vicepresidenta de la nación.

Los servicios como escoltas a los Consellers del Govern han sido retirados y se ha comunicado a los agentes que ocupaban esas funciones que durante los próximos días se le asignarán nuevos destinos. Carles Puigdemont si mantiene el personal de seguridad perteneciente a los Mossos d`Escuadra, al igual que las últimas semanas.

La pensión de Puigdemon

Lejos de preocuparse por su porvenir económico, el ex president de la Generalitat, tiene asegurada una pensión vitalicia equivalente al 60 % de su sueldo en activo.

Durante el tiempo que dura una legislatura, en el caso de que el mandato haya sido inferior a 4 años, todo ex president percibirá el 80 % de su sueldo en activo.

Esta ley, que no ha sido modificada por ninguno de los mandatarios posteriores, fue creada por Jordi Pujol antes de abandonar su puesto. En el caso de Carles Puigdemont recibirá los siguientes 4 años, una compensación de 115 mil euros anuales. Cuando se jubile, en cambio, percibirá uno 87 mil euros anuales hasta el final de sus días, ya que esta pensión es vitalicia.