Desde aquel fatídico comité federal que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez, en el que se evidenció la cruenta guerra entre las dos facciones del partido socialista representadas por él y por Susana Díaz, los medios han jugado un papel importantísimo en este reparto de poderes y sobre todo, en la visibilización pública de ambos discursos.

En aquel momento, el sector crítico encabezado por Díaz conseguía forzar la caída del secretario general, que el partido quedara en manos de una gestora totalmente afín a sus intereses orgánicos y que cómo consecuencia de ello, el PSOE acabara absteniéndose en la sesión de investidura permitiendo el gobierno del Partido Popular.

Su enemigo político.

Con este ardid, los partidarios del "No es no" a Rajoy quedaron totalmente ensombrecidos mediáticamente. Su principal portavoz, Antonio Hernando, no tuvo reparo alguno en cambiarse de bando y reconvertir su discurso para ahora si, defender la abstención que hacía sólo una semana negaban con contundencia.

También César Luena, hombre fuerte de Sánchez, se ponía de perfil. De esta forma el camino quedó despejado para el gobierno del partido popular y para unas primarias donde Susana Díaz con todo el apoyo orgánico, con los barones territoriales trabajando para la causa y todo un plantel de "susanistas" perfectamente situados en las tertulias (Antonio Miguel Carmona, Eduardo Madina, Juan Segovia,...) se convertiría en la clara favorita y finalmente en secretaria general.

Ya en plena campaña se sumó toda la antigua plana histórica del partido. Desde Felipe González y Alfonso Guerra hasta José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba.

Pero el plan falló, no tuvieron en cuenta el tremendo alejamiento de las élites del partido con sus propios militantes y el candidato, cuyo discurso sí llegó a la militancia y barrió en las primarias.

Y este candidato no era otro que el descabalgado por la élite de su propio partido Pedro Sánchez, que se hacía de nuevo con la secretaría general a pesar de tenerlo todo y a todos en contra.

Ahora la situación de desconcierto del sector "susanista" es enorme. Y con la vuelta ayer de Pedro Sánchez al Parlamento se ha desatado el rumor de que los vencedores quieren acallar a los portavoces mediáticos que durante semanas se han dedicado a hacer campaña para los vencidos, llegando al más absoluto menosprecio hacia el ahora, de nuevo, secretario general Sánchez.

Antonio García Ferreras preguntaba en directo a su colaborador 'susanista' Antonio Miguel Carmona, qué había de cierto en estos rumores. Y éste, aún manteniendo que oficialmente nadie le ha prohibido aparecer en tertulias, no pudo negar que tales conversaciones existen. Y es que al parecer, algunas voces del sector "sanchista" se han quejado de la excesiva exposición mediática de algunos portavoces. Sobre todo de los aliados de Susana Díaz, que eran la enorme mayoría.

Por lo que parece el nuevo equipo al frente de Ferraz tiene elegidos a las que serán las nuevas caras mediáticas del PSOE. En un intento claro de alejarse lo más posible de la facción "susanista" y de la gestora.

Estos portavoces serán Jose Luís Ábalos portavoz del grupo parlamentario, Adriana Lastra, Susana Somuelzo que ya aparece con regularidad en 'Espejo Público' y en 'Al Rojo Vivo' y las caras más reconocibles del "sanchismo" hasta ahora: Margarita Robles, Zaida Cantera y Odón Elorza. En detrimento de rostros con mucha presencia reciente en los medios como: Juan Segovia, Rafael Simancas, Eduardo Madina, Antonio Hernando o Pedro Saura.