El Presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se está convirtiendo en un habitual del programa conducido por Pablo Motos en 'Antena3'. Y lo cierto es que la espontaneidad del televisivo político le viene como anillo al dedo a un formato alegre y distendido como El Hormiguero. Incluso aunque la Actualidad prime y la conversación gire en torno a la realidad política del momento.
De nuevo en esta ocasión las palabras de Revilla depararon no pocas sorpresas y revelaciones de importante calado. Quizá la más impactante sea la confesión que hizo sobre ciertas presiones que recibió, con el objetivo de desprestigiar al ya nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.
En un momento de la entrevista, Pablo Motos le invita a hablar sobre el reciente resultado de las primarias y por supuesto el político cántabro no iba a desviar la atención:
Miguel Ángel Revilla comenzó su explicación admitiendo no saber si Pedro Sánchez sería un buen presidente del Gobierno, ya que no lo conoce lo suficiente. Pero dice haberse rebelado contra "cuatro o cinco grandes poderes" que pretenden decirnos a todos "lo que hay que hacer", porque ellos deciden lo que les conviene o no a los españoles.
El presidente de Cantabria pasó entonces a relatar cómo se producían esas presiones. Al parecer, esos poderes intentaban convencerle del peligro que suponía Pedro Sánchez y de que usara sus apariciones en los medios para alertar de tal peligro.
Sin embargo, Revilla afirma no creer en tales peligros. Y defendió la coherencia de Sánchez por mantener su no a Rajoy hasta las últimas consecuencias. Ya que suponía defender aquello por lo que sus votantes le dieron su confianza. Y que cuando se vio en la obligación de hacer lo contrario, dimitió. "Con eso es lo que me quedo" remató.
La conversación prosiguió, y Revilla continuaba poniendo énfasis en lo que esos altos poderes decían de Sánchez. Como que estaba "trastornado", o que iba a pactar con los catalanistas e iban a deshacer España. Argumentos a los que el político cántabro no daba ninguna credibilidad. Y culminaba recalcando que lo hacían por proteger sus propios intereses.
O lo que ellos creen que son los intereses de todos, "pero lo deciden ellos".
Ciertamente pocos invitados pueden resultar tan jugosos como el señor Revilla. Y hace bien Pablo Motos en contar con alguien que, entre broma y chascarrillo, es capaz de soltarte una confesión de este calado. Si bien es cierto que el programa no pasa por sus mejores momentos. En los últimos meses las entrevistas de Pablo Motos han sido constantemente criticadas en las redes sociales. Sobre todo cuando se trata de invitadas femeninas, ya que muchos colectivos feministas han puesto el grito en el cielo con ciertos comentarios y actitudes que se pueden considerar machistas. O al menos que no ayudan en absoluto a avanzar en la igualdad real entre hombres y mujeres. Algo que sin duda deberían cuidar.