En una conferencia pronunciada en Setmenat (Barcelona), el 17 de octubre de 2016, el ex juez y ex-senador Santiago Vidal afirmó que gracias al trabajo ´fantástico´ del conseller de Asuntos Exteriores, Raül Romeva, 11 estados de la Unión Europea y 19 de América Latina se han comprometido a apoyar una Cataluña independiente tras el referéndum. Estos contactos diplomáticos serían completamente ilegales.
El mismo Oriol Junqueras, ha desmentido los mismos en varias ocasiones en sede parlamentaria.
Sorprendente reconocimiento internacional de países latinomericanos
En palabras de Vidal, los 19 países latinoamericanos y 11 de la Unión Europea, que está bien a favor de una Cataluña independiente, votarían en la ONU a favor del reconocimiento internacional de Cataluña como nuevo país tras el referéndum.
Sorprendente sería la actitud de los países latinoamericanos, teniendo en cuenta los vínculos de los mismos con España. El ex-juez comentó que lo primero que les dicen cuando van a países de América Latina es que los entienden.
"No solo os comprendemos sino que os apoyamos porque nosotros también pasamos exactamente por lo mismo. Por cierto, ninguno de estos paraísos ha pedido volver". Al igual que otros independentistas Vidal insiste en establecer un paralelismo entre la independencia de las colonias americanas de España y Cataluña. Además la comparación entre Cuba y Cataluña es una constante en el discurso independentista.
Una Cataluña miembro de la OTAN para desembarcar en la UE
Para Vidal el precio a pagar por Cataluña por entrar en la Unión Europea será ser miembro de la OTAN. Según el ex-magistrado "tendremos que estar en la OTAN. Se ha de estar a las duras y a las maduras. Pero con la OTAN ya ya lo hemos hablado".
Una vez más este extremo ha sido negado por la Generalitat.
El papel que dibujaba Santi Vidal para Cataluña en el seno de la OTAN en una hipotética contienda sería el de proporcionar asistencia humanitaria a las tropas de otros estados miembros. La razón por la que una hipotética Cataluña independiente no aportaría tropas y es que el nuevo Estado catalán no tendría ejército, y por lo tanto, la única manera de contribuir al esfuerzo bélico de la organización transatlántica sería aportando "tiendas de campaña, personal sanitario, distribución de alimentos, etc".