Lo que podría haber sido un producto más del género que tanto gusta a la plataforma norteamericana, bautizado como true crime o "crímenes reales", con éxitos como The Keepers o La desaparición de Madeleine McCann, se ha convertido en el bombazo de la temporada.

Tanto que varias fuentes de la compañía han empezado a filtrar que podría superar el impacto mundial de Stranger Things (con un costo mucho más bajo de producción). Ya sea por el confinamiento global ante el Covid-19, o la escalada de éxitos de este subgénero documental en Netflix. Su éxito ha sorprendido a propios y extraños, no sin polémica por la mezcla controvertida de rumores, medias verdades y celebración sutil del crimen, la violencia machista y el maltrato animal.

Lo que ha servido para generar todavía más interés. Hasta la fecha, en los primeros diez días desde su estreno, Tiger King ha sido vista por más de 34 millones de suscriptores norteamericanos.

Cómo convertir un personaje despreciable en un icono pop en tiempos de pandemia


La serie, una crónica de sucesos presentada bajo un aspecto documental, no pretende contar toda la verdad sobre su protagonista: Joe Exotic. Un tipo denunciado por su crueldad extrema con los felinos salvajes que supuestamente rescata y protege, tal y como han revelado las organizaciones en defensa de los derechos de los animales PETA y Humane, o periodistas de investigación especializados en el turismo cruel o el tráfico de especies salvajes como Sharon Guynup y Steve Winter.

El giro de trama aparece, en la línea de The Staircase, según se avanza en los episodios y las luces y sombras mezclan sexo, drogas y asesinatos. Es decir, la fórmula infalible para cualquier crónica de sucesos.

Esto no es una reserva ni un zoo, es una cárcel


Una de las mayores olas de denuncia y debate nacidas con el estreno de la serie es la falta de contexto adecuado a lo que se presenta como conservacionismo y rescate de tigres.

Según declaraciones de Steve Winter a PBS, la serie disfraza la triste verdad de los miles de animales salvajes encerrados en jaulas, como mascotas de lujo, en todo el país.

Se estima que existen entre cinco mil y diez mil animales encerrados, en condiciones crueles y maltratados por sus dueños, sin ningún registro oficial ni supervisión veterinaria.

Los compradores pagan cantidades muy elevadas por estos animales, en una actividad generalmente vinculada a otros crímenes como drogas, prostitución y asesinatos entre quienes se dedican a este tráfico.

Sobre todo porque no existe una ley federal contra la posesión de tigres o felinos salvajes. Así que, en estos días de éxito global de la serie, en muchos frentes activistas se está pidiendo a los espectadores que exploren y aprendan más sobre la cruda realidad detrás de personajes como Joe Exotic o Carole Baskin.