Hay que dejar de lado la idea de que los poderosos son los mejores del planeta, al menos si hablamos del Fútbol nuestro de cada día. Lo cierto es que tiene que ver con la premisa que un nuevo orden, una idea básica ha llegado para instalarse y ella es que la billetera ya no gana campeonatos.

Unas semifinales de Champions donde no han destacado los clubes con estrellas

Son sabidas las disparidades entre los equipos poderosos y los que no tienen un centavo, también dentro de los extremos nos encontramos con equipos de mediano presupuesto que pueden garantizar un par de Fichajes interesantes que pueden llegar a sorprender.

Pero las semis de la Champions dejaron a la vista que los que gastaron mucha, no han tenido buenos resultados. De hecho los grandes de Europa han tenido que ver las semis desde su casa, nada de andar corriendo atrás de la pelota.

De los poderosos solo llegó el Barcelona, que en los 180 minutos fue superado por el Liverpool. Sí, fue superado en el juego, aunque en el partido de ida este haya ganado 3 a 0. Y esto se sostiene en el resultado de la vuelta, un equipo que sacó un conejo de la chistera de la mano del mago Messi y del otro lado un equipo que tiene una variedad de estímulos y efectos que aparecen en todo momento, y más en la adversidad.

Y esto trae nuevos aires, hay una idea nueva de la mano de proyectos que no incluyen gastos extras, sino que van de la mano del trabajo, la empatía y la solidaridad del grupo.

Ser un equipo de élite es mucho más que tener jugadores millonarios, ser un equipo es tener una idea. Esa idea es de todos, todos hacen, todos marcan, todos juegan, todos esperan y todos confían en todos, confían en la idea.

Y para ir a las hipótesis, ¿podría Messi ser el genio que es en Barcelona en un equipo como el Liverpool?

La respuesta es sí, él sería el genio que es. Pero ¿podría el Liverpool ser el equipo que es con Messi en el equipo? La respuesta es no. Y es doloroso, pero es así, se puede admirar a Messi, pero lo cierto es que estas ideas de equipo y juego no son compatibles con jugadores de su estilo.

Estos equipos integrales mejoran al futbol y lo renuevan.

Sin tantas estrellas, pero con una idea de futbol activo, hay que apoyar a estos equipos y entrenadores que no necesitan estrellas. Los torneos podrían ser más atractivos, dejando el aburrimiento clásico de La Liga o del Calcio, ni hablar de los franceses. Por suerte, la billetera muere en la Champions y muestra la falsedad de creer que ser el más poderoso trae campeonatos.

Hazard no es la solución para el Real Madrid, ni Griezmann la del Barça

Por otro lado, el Real Madrid no solucionará nada fichando a Eden Hazard. Si la apuesta es por el nombre, y lo que se ve es que sí, tanto los madridista como en el FC Barcelona (Griezmann suena como fichaje), es que están muy lejos de una idea de juego integral.

Esta Champions no sólo trajo el final de los equipos basados en estrellas, hay que hacer algo más, creer en el entrenador y la idea, generar empatía entre todos e ir por la gloria sin esperarla, hacer que suceda y en eso se deben involucrar todos los players en todos los aspectos del juego.

Tottenham, Liverpool y Ajax tienen esto en su cabeza, está en la sangre y quedó demostrado que todo eso mató a los grandes. La idea del juego mató a la billetera de dirigentes y entrenadores que no trabajan y evolucionan.