Después de la tragedia acontecida en la catedral de Notre Dame en Francia, se recaudaron donaciones por millones para su restauración, y las críticas estallaron en las redes sociales por la indignación generada.

Un hecho que tomó por sorpresa a París

Las causas del incendio sucedido el día lunes 15 de abril han estado bajo una cortina de humo de duda. Las impactantes imágenes mostraron la torre aguja característica del monumento religioso de reconocimiento y fama internacional, caer cubierta de llamas. Como resultado gran parte de la fachada de la estructura tanto externa como interna de la catedral resultaron opacadas y manchadas por las oscuras cenizas provocadas por el fuego.

Así como también este evento provocó una herida en el corazón de todos los parisinos que vieron empañada una de las bellezas culturales más valoradas de su ciudad.

Toda la conmoción a nivel mundial despertó un interés en los creyentes para donar y apoyar la causa y pronta restauración del lugar. En menos de 48 horas ya se estimaba que la recaudación podría llegar a ser más de 85 millones de euros, una cifra abismal sin comparación con cualquier otro tipo de tragedia a nivel mundial de la cual se suplicaran fondos para ayuda humanitaria o de otra índole. Considerando que en esta tragedia es otra de una seguidilla de golpes a Francia, como ataques terroristas entre otros, existe cierto clasicismo que detonó la furia de los "opinólogos" en Internet.

Las reacciones a nivel mundial

Tan solo en febrero, las Naciones Unidas lanzaron una campaña que tenía como meta el recaudar 4 millones para ayudar Yemen, país africano en franca crisis humanitaria, a lo que se logró recaudar horas después de la solicitud poco más de 2 millones. Ciertamente una cifra destacable, pero lejos de tener el beneficio y el visto bueno moralmente de todas las donaciones hechas para Notre Dame, tragedia que no involucra muertos ni jóvenes a punto de morir de hambre.

Otro gran contraste de clase es visible en el caso del Museo Nacional de Brasil, el cual en 6 meses solo se lograron recaudar 15 millones de euros para su recuperación.

El magnate francés François-Henri Pinault afirmó que donará cerca de 100 millones de euros para restaurar la catedral, lo que desató una guerra de millonarios por acaparar la atención de la prensa por sus donaciones.

Rápidamente Bernard Arnault, ejecutivo de LVMH y el hombre más rico de toda Europa, aprovechó para prometer públicamente duplicar las donaciones de su rival Henri. Acto seguido una variedad de empresarios y celebridades abultaron el bolso de donaciones de Notre Dame, empañando la causa y causando ira en quienes piensan que todo ese dinero debería destinarse a ayudar a los más necesitados, y afirmando que este tipo de eventos solo acrecienta la desigualdad social reinante en todo el mundo, aun en el año 2019 bajo el régimen capitalista en la mayoría de los países del globo.