Ante millones de venezolanos que se tomaron las calles de Caracas el miércoles 23 de enero, el joven diputado opositor Juan Guaidó se autoproclamó presidente interino de la nación suramericana.

El ingeniero y político, oriundo del estado Vargas, hizo la autoproclamación invocando el artículo 233 de la constitución nacional que habla de vacío de poder: "Cuando se produzca la falta absoluta del Presidente electo, se procederá a una nueva elección. Mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente, se encargará de la Presidencia de la República el Presidente de la Asamblea Nacional”.

Ahora le toca a los militares decidir

Aunque en el papel parece estar claro que se produjo vacío de poder y que es Guaidó, quien ocupaba el cargo de presidente del parlamento y quien debía asumir la presidencia del país y convocar a elecciones en los próximos 30 días, en la práctica la situación es diferente.

A Guaidó lo respaldan millones de ciudadanos y también los gobiernos de varios países del mundo. Pero, para que su presidencia tenga vigor y pueda realmente llamar a elecciones, se debe dar el apoyo de las Fuerzas Armadas. Deben los militares reconocerlo como mandatario y ordenar a Nicolás Maduro abandonar Miraflores.

Maduro asegura tener el apoyo de las FFAA

Históricamente el régimen chavista y su permanencia en el poder ha estado ligada al apoyo prácticamente irrestricto de las Fuerzas Armadas.

No olvidemos que el fallecido Hugo Chávez provenía de sus filas.

Aunque en los últimos años y bajo el Gobierno de Nicolás Maduro ese apoyo se ha mantenido, en los últimos meses y, especialmente en las últimas semanas, se han dado algunos alzamientos que, rápidamente, han sido controlados por el régimen.

Quizás por eso no está claro qué podría pasar en las próximas horas, pero lo que parece evidente es que serán clave para Venezuela.

El papel de la comunidad internacional

Lo que sí está claro es que la comunidad internacional tiene y tendrá un rol fundamental en los hechos que están por darse en la nación petrolera.

El reconocimiento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de los mandatarios, de Canadá y de los países que integran el Grupo de Lima, a Juan Guaidó como presidente interino tan solo minutos después de su juramento hace pensar que lo que pasó este 23 de enero ya estaba más que conversado con esos líderes.

La duda ahora es si también pensaron qué pasará si Guaidó no recibe el apoyo de los militares y si Maduro decide cumplir su amenaza de meter preso a quien hoy, para parte del mundo, es el presidente interino de Venezuela.