La modificación genética de las dos niñas gemelas se ha llevado a cabo para evitar que contraigan el virus del SIDA, ya que su padre es portador del mismo. Lulu y Nana son los nombres de las gemelas nacidas hace ya varias semanas, y que han abierto un debate en la comunidad científica. La bioética ha mantenido siempre que la manipulación genética de los seres humanos es una cuestión que desde el aspecto moral nunca se debe llevar a cabo, la "creación de seres humanos a la carta" es un asunto sobre el que existe un consenso total y absoluto sobre esta tecnología.
Aunque He Jiankiu, el ahora famoso y controvertido científico chino no ha sido el creador de la técnica genética que ha permitido la modificación en los genes de estos bebes, la técnica denominada CRISPR que permite la edición del genoma ya fue desarrollada con anterioridad por centros científicos de Estados Unidos en colaboración con otros países.
Es una tecnología que se desarrolló para prevenir enfermedades
Esta técnica que permite la modificación genética de bebés fue desarrollada con la intención de evitar enfermedades transmitidas genéticamente, pero se experimentó en embriones humanos que fueron destruidos sin permitir su desarrollo, otra situación que ciertamente le otorga un aspecto dudosamente moral a ciertas prácticas de esta rama de la ciencia.
Científicos chinos aseguran haber creado los primeros bebés modificados genéticamente. https://t.co/4NSFhE7lTw pic.twitter.com/inccD4xFA8
— MP. Rojas (@mapuentesrojas) 28 de noviembre de 2018
He Jiankui ha informado que hay otro embarazo en el que se ha usado la modificación genética
El embrión se encuentra en las primeras semanas de gestación, también ha declarado que de momento ha detenido sus experimentos genéticos a causa de la controversia que han generado en la comunidad científica y en la sociedad.
El marco en el que se ha generado este escándalo a sido la segunda Cumbre Internacional sobre Edición del Genoma Humano, que ha tenido como marco la Universidad de Hong Kong, el científico chino intervino en un acto de esta cumbre y se disculpó por dar la noticia de la manipulación genética de los bebés sin haber avisado previamente de ello a los organizadores del evento científico.
En su intervención en dicha cumbre no aportó información de valor, como los científicos consultados sobre dicho experimento y aseguró haber reportado la información sobre esta manipulación genética de bebés a una revista científica, pero no mencionó el nombre de la misma.
La pregunta que se plantea ahora es la siguiente ¿es ética la manipulación genética para modificar embriones de seres humanos con el fin de prevenir enfermedades?, no es una cuestión ciertamente sencilla, porque si finalmente se abre paso puede dar lugar a la creación de seres humanos diseñados en un laboratorio y la consecuente situación de que sólo podrán acceder a esta técnica científica quienes tengan recursos, abriendo todavía más la brecha existente entre países ricos y pobres y clases sociales de distinto signo.