Según el diario El Mundo en España existen más de 250 000 personas aforadas. Según otros diarios como El País el número se eleva a 280 000. Lo cierto es que hay que distinguir por qué se dispara tanto este número. De una parte tenemos que distinguir a los "aforados totales" de los "parciales". Una persona aforada es aquella que es juzgada en caso de cometer un delito por un juzgado distinto por su cargo o profesión. Si quitamos a los cuerpos y fuerzas de seguridad -que son aforados parciales-, el número se reduce a algo menos de 18 000. Dentro de esta cifra entrarían los diputados regionales, los diputados del reino y el jefe del Estado entre otros.

Para modificar artículos distintos de los englobados desde el Título preliminar al Capítulo segundo, Sección primera del Título I "De los derechos fundamentales y de las libertades públicas" o al Título II "De la Corona", es necesario que una mayoría de tres quintos en el Congreso de los Diputados dé luz verde a la supresión de estos privilegios a nivel estatal. Lo cierto es que bastaría que fuerzas como Ciudadanos o PP se opusieran para que no saliera adelante. Si profundizamos más en nuestra presunta Constitución nos daremos cuenta de que el rey es una persona inviolable y sin responsabilidad jurídica, es decir, no se le puede juzgar. Lo más curioso de todo es que parece que hay una sección especialmente diseñada para ser irreformable, concretamente la que habla de la corona.

El Artículo 168 de la Constitución hace ínfima la posibilidad de reforma de los Títulos citados al principio de párrafo anterior. Viene a decir que en caso de querer reformar completamente el texto constitucional o cambiar algo de la corona, el Congreso tendría que aprobar por mayoría de tres quintos en dos votaciones distintas con unas elecciones en medio con su posterior referéndum de ratificación.

No lo penséis mucho es prácticamente imposible de que suceda, se hizo irreformable a propósito. Nuestra mal llamada Constitución no separa los poderes, puesto que no elegimos en elecciones diferentes a los poderes Ejecutivo y Legislativo. También hace imposible la representación a través de dos métodos: el sistema proporcional de la LOREG y las listas de partido.

Me explico, las votaciones que se producen cada cuatro años en España eligen el porcentaje de parlamento que se reparten 4 partidos, cada jefe provincial vigilado y aconsejado desde Madrid elige a quién va a ir en su lista, haciendo imposible que nadie sepa quien es su diputado.

Pedro Sánchez quiere retocar la Constitución para desviar la atención ante la ausencia de un programa claro de Gobierno. Igual que lo de la exhumación del cadáver de Franco, mientras cada lunes los ancianos salen a manifestarse y el Banco Central Europeo cierra el flujo de crédito.