El nuevo gobierno empieza como no queremos con el feo asunto de Màxim Huerta. El PSOE ha empezado su nuevo reto con mal pie. La dimisión ha sido forzada por la defraudación a la Hacienda española, habiendo sido condenado por ello. La primera reacción del que fuera Ministro fue clara, aquí no pasaba nada, nadie iba a dimitir por ello, la deuda estaba pagada.
Màxim Huerta el periodista
Se debería tener en cuenta que el PSOE no ganó las elecciones en las urnas, ello equivale a un gobierno mucho más frágil al ser a través de una moción de censura. El problema principal es que en un espacio tan corto de tiempo, una semana, ya tenemos la primera dimisión. Se pueden dar diversas excusas, de hecho todo este entramado nos promete una cierta dosis de expectación.
Màxim Huerta se ha visto con la obligación de dimitir porqué tanto Podemos como otros colaboradores de este nuevo gobierno se le hubieran tirado encima al presidente Pedro Sánchez. En cuestión de tan poco tiempo se ha destapado la caja de los truenos.
Sus palabras dicen lo siguiente: él es inocente se va para no perjudicar el proyecto regenerador. Se va en palabras suyas para no permitir que esta 'jauría' se cargue el proyecto de Sánchez que ha ilusionado a tantas personas. Ha salido a la luz pública lo defraudado que es la nada despreciable cifra de 256.778 euros entre los años 2006 y 2008.
Fraude fiscal
Cuando uno tiene un puesto supuestamente relevante, importa mucho lo que puedan decir los demás, no buscar un entramado de palabras que te puedan ayudar a hacer creíble lo verdaderamente increíble. Estamos en un mundo donde el pez grande se come al chico, no todo en este mundo son palabras hilarantes donde lo que más falta es ser íntegro. Ser íntegro y transparente no dudo que lo fuera, lo que dudo es que si saltó la liebre es por algo y ya lo dice el refrán "cuando el río suena agua lleva"
Ha pecado de una ingenuidad un tanto infantil, se compromete con el deporte minoritario esa ilusión y transparencia de la que nos habla se diluyó como un azucarillo en el café.Y no dudo de sus palabras tal vez yo también sea uno de esos a los que califica de jauría, por esa reafirmación tan suya de que es inocente. Solo una semana y ha sido condenado por fraude fiscal
Unos tuits muy cuestionados
Nunca se puede juzgar a nadie, no somos nadie para hacerlo, se le tiraron encima por unos tuits que escribió hace tiempo y que chocaban por su forma de expresarse, nadie es el mismo de un día a otro como nadie es capaz de bañarse dos veces al mismo tiempo en el mismo río.