La escuela: Sabemos que tenemos que ir pero la mayoría de las veces deseamos no volver a pisarla. La escuela puede ser aburrida, producir cansancio, ser tediosa, interesante, chistosa, alucinante, odiosa… En fin, puede ser de todo un poco, pero muy pocas veces divertida del todo. Cada nuevo año escolar, nos proponemos hacerlo mejor e incluso pasárnoslo súper bien, pero cada año escolar terminamos gruñendo del mismo modo que cuando suena el odiado reloj despertador.

¿Estamos en un hoyo negro sin ninguna posibilidad de que las cosas mejoren? Si… Al menos hasta que leamos bien esta guía de supervivencia escolar.

Cuerpo sano en mente sana

Cuando te sientes mal, lo que menos te interesa es poner atención o dar señales de entusiasmo a alguna de las clases, así que el primer paso de la guía es verificar que estés completamente en forma. No importa cuanta tarea tengas, siempre busca un tiempo para atender esa gastritis, gripe o tobillo torcido. Muchas veces sales corriendo de la casa con el estómago vacío y claro que en clase de educación física sientes que el suelo se te mueve en todas las direcciones. Para evitar que te sientas así, mantén una dieta balanceada que te de suficiente energía para las actividades que realizas y del mismo modo, realiza alguna actividad física que te guste y te mantenga siempre activa y en forma.

¡Tareas, tareas y más tareas!

Es la 1 am y tú te encuentras estudiando todavía. ¿Dormir? Recuerdas que era algo que hacías cuando aún no te dictaban condena de tareas y exámenes eternos. ¿Salir con tus amigos? ¿Qué es salir? No tienes tiempo ni para comer tranquilamente. Pues bien, compra o haz una agenda que te ayude a organizarte bien.

Generalmente, todos tenemos horas o días enteros en los que no hacemos nada. Para que no tengas que pasarte toda tu noche trabajando, comienza a adelantar ese proyecto que tienes en mente, lo más rápido posible. En cuanto a otras responsabilidades o trabajos, no dejes que se te acumulen tus dudas y opta por aclararlas desde un principio.

De este modo, corres menos riesgo de perder parte de tus vacaciones presentado exámenes.

Para que sea menos pesado estudiar, aquí te va el ABC sobre como prepararte para tus pruebas sin que termines completamente estresado y angustiado:

  • Pon atención en clase para que así no te encuentres un día antes leyendo sobre algo que ni siquiera sabias que existía.
  • Evita estudiar demasiado. Con esto me refiero a que no te pases toda una noche estudiando y mejor respeta tus horas de sueño.
  • Entiende lo que estas estudiando. Si captas la idea principal de lo que estás leyendo, te va a ser más fácil
  • Al llegar a tu casa, primero termina de llegar y luego estudia. Si no te relajas antes de estudiar, vas a terminar poniéndote de pésimo humor.
  • Haz preguntas y contéstalas.
  • Busca un lugar en el que te sientas cómodo y en el que nadie te interrumpa al estudiar.