En el amor existen fases y en ellas las descabelladas prohibiciones. Hablar en amor no siempre es fácil. El amor exige una comprensión que no siempre es, por todos, alcanzada. Hablar sobre el amor a veces es difícil, por no decir casi imposible porque cada uno tiene su propia manera de pensar y en convicciones son diversas las formas encontradas. Amar no quiere decir simplemente vivir juntos. El amor necesita eso algo más, el querer bien y entender de hecho a la persona amada.

Las afinidades en común generalmente hacen toda la diferencia, pero debemos tener en cuenta el intelecto y en nuestros quehaceres personales, las mismas referencias sobre lo sentimental, siempre contabilizando a nuestro favor lo que es realmente el querer.

Lo que pasa cuando no confesamos

Cuando confesamos estar amando a alguien y en el recíproco de las verdades nos encontramos naturalmente agraciados, y en esto podemos agradecer por la bendición divina que en el momento de aceptación nos hace extremadamente felices. Pero jamás tendremos la absoluta certeza de que esta felicidad será llenada en totalidades, que nos llevará las expectativas deseadas.

En general, en una relación amorosa, "uno de los dos" inicialmente ya deja aclarado que pretende imponer reglas pensando en obtener exclusividad y tratando de controlar al otro. ¡La pretensión de hacer al ser dependiente olvidándose de la vida social al negar un simple cumplimiento a sus iguales, aproximarse y dialogar con alguien del sexo opuesto, ni pensar es lo mismo que desear un tiro de escopeta en la frente!

La prohibición ilógica pronto se hace presente en el uso de argumentos absurdos, contrarios a las leyes de la convivencia universal.

Somos nosotros, y esto nos basta, no necesitamos a nadie. Nada puede ser más engañoso e incorrecto que esto. Por qué el amar es justamente el demostrar de felicidad al que debe ser dividida con todos aquellos que se encuentran haciendo parte "o no" de una vida afectiva.

Lo que necesita el amor

El amor en sus verdades necesita pequeños detalles que en el transcurso de la relación se hacen importante, fundamental es la sinceridad desprendida por el corazón. El amor en naturalidades no atiende presiones, no soporta mucho tiempo el intercambio de mentalidades y por más que queramos convencer a la enamorada (o) a seguir en una sola dirección, es sólo anhela de dominación y que un hermoso día se infiltrará las dudas que fatalmente aniquilará los vínculos ya establecidos en el crucial de la separación.

En el amor, para tener éxito hay que ser plenamente conscientes de lo que realmente queremos y no cualidades a plazos.