El ejercicio es la mejor opción para darle vida a tus años. Con el transcurrir del tiempo es inevitable envejecer. Pero antes de que te salgan arrugas, pérdida de la masa muscular, flexibilidad, tu cabello cambien de color a plateado y te vuelvas sedentario, hoy conocerás los beneficios de practicar deporte desde la infancia y hacer que estos estragos sean más lentos.
Constancia y dedicación
El deporte es esa fuente de energía que te ayudará a mantener un corazón sano y fuerte, aumentar tu flexibilidad, disminuir tus niveles de estrés y ansiedad, retrasar la pérdida de masa ósea, prevenir la osteoporosis, la diabetes, la hipertensión.
De igual forma es importante recordar que debes tener en cuenta; que no debes hacer todo tipo de ejercicios, ya que hay actividades que no son las más idóneas y dependerán de la edad, gustos y forma física.
Hacer ejercicios durante la infancia es una excelente manera de prevenir problemas de sobrepeso en los más pequeños de la casa, es potenciar la práctica del deporte o actividades físicas desde edades muy temprana.
Selección oportuna
Es necesario que a la hora de seleccionar un deporte éste ayude al desarrollo de los huesos, la fuerza de los músculos y a la coordinación de los movimientos. Además le favorece notablemente en su flexibilidad y agilidad, lo cual beneficia el crecimiento óptimo y adecuado.
Entre los deportes más recomendables se encuentran la natación, el baloncesto, el béisbol, ciclismo y los que requieren ser practicados desde edades muy tempranas como el patinaje artístico, gimnasia deportiva, los saltos de trampolín, ballet, estos exigen de una gran técnica, destreza y habilidad física.
Lo importante es recordar que el deporte es un hábito que necesita supervisión y estímulos que ayuden a fortalecer su confianza, seguridad y aumentar sus niveles de autoestima.
Es vital destacar que los niños y adolescentes que han crecido practicando un deporte son más disciplinados, responsables, tolerantes, aprenden a socializar, pierden la timidez y obtienen un buen rendimiento escolar y por ende en una edad avanzada tienen menos posibilidades de convertirse en adultos sedentarios.
Estos niños al cierre de la niñez y entrada de la adolescencia serán los menos propensos al consumo vicios como el tabaco, alcohol o drogas, ya que se han formado juiciosos y consecuentes de la necesidad de tener el cuerpo y la mente sana para alcanzar un buen rendimiento físico.