Cuando se trata de Belleza siempre buscamos la perfección, ya que la sociedad nos ha hecho creer que eso es lo correcto. Ser delgado, tener una nariz bonita, un cabello sedoso, un cuerpo envidiable,… tantas cosas que realmente, a la hora de la verdad, no tiene sentido y ahora te explico por qué.

La sociedad, lamentablemente, ha sido y sigue siendo un factor fundamental en todas nuestras decisiones porque nosotros mismos dejamos que eso pase. Tanto es así que, hoy en día, tanto hombres como mujeres se han estado practicando una serie de tratamientos y cirugías de todo tipo para lograr conseguir esa “apariencia perfecta” que tanto desean.

El cuerpo humano está hecho de una forma y al alterarlo de alguna manera este pierde su encanto natural y, en algunos casos, pierden hasta la forma. La medicina moderna ha avanzado mucho y es muy útil para curar o eliminar algunas imperfecciones. Sin embargo, pasar de eso a querer convertirse en otra persona, a través de intervenciones quirúrgicas o modificar el cuerpo implantándose prótesis en la cabeza (cuernos) o pecho (senos o pectorales), es algo que se ve con más frecuencia y que no está bien para el cuerpo.

Cirugías

Para bajar de peso, para acomodar la cara, el cabello, la forma del cuerpo,… realmente son un sinfín de operaciones que, a veces, ni siquiera sabemos que existen. Estos métodos han sido utilizados por ambos sexos para lograr verse mejor físicamente y lo han logrado, pero hay personas que luego de la primera quieren más y más.

Los doctores, irresponsablemente, le dicen “sí a todo”.

Pero… ¿qué pasa cuando algo sale mal?

Se le llama mala praxis a la mala práctica de las cosas. La zona queda afectada, puede perder su color natural, la forma, la elasticidad y hasta la suavidad de la piel en cuestión. Hay personas que no toman esto en cuenta por el simple hecho de querer verse “bien”, pero realmente lo que hacen es maltratar su propio cuerpo.

Tratamientos en la cara

Tales como el botox. Hay un momento en el que la piel se estira y queda como nueva, pero con el pasar de los años, mientras más se practique esto, la cara puede quedar totalmente destrozada, en el sentido de no parecer la misma persona.

No todo es malo, porque si uno quiere acomodarse un poco algo que no le gusta es totalmente válido, pero solo si es para hacerte feliz a ti, no a los demás.

Lo más importante es complacerte tú mismo y después de practicar estos tratamientos te sientas bien con el reflejo que te da el espejo.

A veces en la búsqueda de la belleza lo que se logra es no tener forma, figura ni nada bonito que enseñar. Todo en exceso es malo y estar en un quirófano cada cierto tiempo (por cuestiones estéticas) es una enfermedad.