Se podría afirmar que una de las consecuencias de los cambios, a nivel global, en el entorno laboral será el mayor uso del Teletrabajo.

Globalmente, el uso es muy dispar dependiendo del país, que aunque no hay una herramienta que permita una comparación homogénea, la O.I.T. ha realizado un estudio que nos da unas cifras bastante aproximadas que nos indican por donde va el asunto. En Estados Unidos están sobre un 20%, en Europa sobre un 16% y en España aproximadamente un 7%, donde todavía no está suficientemente extendida, aunque cada vez se utiliza más como una herramienta de flexibilidad horaria, aunque para fomentar más su uso se están tomando algunas tímidas medidas.

La idea de ir diariamente a la oficina es, en parte, algo heredado del pensamiento de acudir a una fábrica a trabajar, con un aire, si se me permite, ligeramente taylorista.

Teletrabajo, una nueva manera de trabajar

Sin embargo, para ciertos trabajos no es necesario debido a la evolución tecnológica que hemos tenido y que seguimos teniendo. Cada vez disponemos de equipos con aplicaciones y conexiones que permiten teletrabajar.

Para algunos puestos sólo será necesario acudir determinados días, lo que supondrá una serie de beneficios para la empresa, por ejemplo, en forma de ahorro en costes, gracias a una menor necesidad de espacios para oficinas y en menores gastos en dietas de desplazamientos para reuniones de trabajo, que se podrán realizar telemáticamente.

Otra serie de beneficios son para el medio ambiente, ya que al tener menos desplazamientos dentro de las ciudades mejorará la calidad del aire y ayudará a la movilidad en las ciudades, mejorando los tiempos de desplazamiento a los que realmente tengan que desplazarse.

Y, por supuesto, será un beneficio para los empleados, que dispondrán de más tiempo, ya que no tendrán tantos desplazamientos, y de más dinero, porque menos desplazamientos supone menos gastos para el trabajador (sería un aumento indirecto).

Y qué duda cabe que para las personas con movilidad reducida la aplicación de este modelo facilitará su inclusión laboral.

También tendremos más libertad de horarios, el tiempo que estamos en un atasco, lo utilizaremos en trabajar y, además, podremos disponer de nuestro tiempo con más libertad, lo que importa es tener el trabajo hecho.

Aquí también se debe tener cuidado para no caer en el error de que no sepamos diferenciar cuando estamos trabajando y cuando no, algo que ya está notando en algunos países en los que ya se están preocupando por que los trabajadores desconecten, como es el caso de Francia, con diversas propuestas legislativas.

Esto hará que tengamos menos estrés y trabajaremos mejor y más a gusto, lo que hará que los empleados sean más fieles a la empresa, y ese vínculo es muy importante. Los empleados son personas y si se confía en ellos, lo agradecerán.

Se trabajará mejor, que esa es clave, trabajar mejor.

Todo esto ayudará a la tan nombrada por todos, pero tan poco aplicada, conciliación de vida familiar y laboral.

Pero ojo con ciertas publicidades que pueden dar lugar a error, como la última de una multinacional de telecomunicaciones, cuyo nombre no quiero dar, en la que aparece un padre con su hijo y un teclado al lado con un título que dice “Otro día duro en la oficina”. Sí, habla de la posibilidad de conciliar que he comentado antes, pero cuidado, que los que son más estrechos de mente lo pueden confundir diciendo que es una manera de “escaquearse” del trabajo y no otra manera de trabajar.

Aunque tecnológicamente esta forma de trabajo sea posible, esto tendrá que ir de la mano de un cambio de mentalidad, tanto por parte del empleado como por parte de las empresas.

Los trabajadores deberán ser más responsables, no es necesario que te vigilen presencialmente para hacer el trabajo, es su responsabilidad.

Algunos trabajadores necesitan tener una supervisión continua por parte de sus jefes, pero ¿realmente las empresas pueden permitirse tener este tipo de empleados? si no está vinculado con la empresa, no me sirve, ni en la oficina ni en teletrabajo.

Y también es necesario un cambio en la mentalidad del empresario o responsable, ya que hay más formas de controlar el trabajo con todos los medios que tenemos actualmente, aún hay jefes que necesitan ver a la gente en persona, pero estos son gente de otros tiempos.

Todo esto nos lleva de nuevo a lo que he comentado antes, cambiar la mentalidad para ser más eficientes, productivos… en definitiva, trabajar mejor.

Hay que añadir que esto no significa que no se vaya nunca a la oficina, si no menos, siempre hay reuniones en las que es necesario verse en persona, y aunque no lo fuera, de vez en cuando es importante para generar un espíritu de equipo que a distancia es más difícil crear por muy avanzada que esté la tecnología del teletrabajo.

Además, muchas reuniones con clientes seguirán siendo necesarias realizarlas presencialmente.

En definitiva, el teletrabajo es una de las mejores herramientas para aportar flexibilidad a las empresas con las ventajas que he comentado antes.

Para pasar de las ideas a la práctica, más allá de la aplicación por parte de algunas empresas de manera puntual y excepcional, se debería extender más, para ello se podría hacer de varias maneras, una de ellas es regulándolo más mediante convenios colectivos y otra, la que considero más interesante, es que nos vayamos dando cuenta en las empresas que debemos utilizar las herramientas que tenemos para la retención del verdadero talento, aquel que sabe trabajar mejor.