Hace ya 26 primaveras que soy español, y desde que tengo uso de razón me han inculcado que el respeto se lo debe de ganar uno mismo y que para poder hacer las cosas bien siempre se coge el camino difícil, porque el saltarse las leyes y empadronarse en la violencia es el camino más fácil. Cataluña ahora vive en esa imprudente violencia que busca saltarse las leyes apelando a la Democracia, estoy seguro que todos pillamos la ironía. Cataluña debe de aprender ciertas cosas antes de dedicarse a la berborrea democrática.
Una serie de catastróficas desdichas
Yo pregunto una cosa, si los catalanes son españoles (que se miren el DNI) y quieren separase de España para ser un país propio, ¿No sería más democrático que votaran todos los españoles residentes en España para decidir si pueden ser independientes o no? La solución creo que les gustará a los Puigdemont de turno pues apela a ese sentimiento democrático que ellos alzan en sus banderas independentistas. Si solo votan los catalanes no es Democracia, primero porque se están saltando las leyes constitucionales, y segundo porque al formar parte de un país que es un Estado social y democrático de Derecho todos debemos decidir el destino de todos.
Han surgido muchas personalidades catalanas, en especial del mundo del deporte, que han hablado sobre las actuaciones policiales en Cataluña el pasado día 1 de octubre.
Pues bien, vayamos por partes como diría Jack.
En primer lugar, todos aquellos que han defendido lo pacífico de esa votación ilegal deberían de mirarse mejor las imágenes de los acontecimientos. Un hecho que deja en pañales a todos los que defienden la paz en todo esto fue el ocurrido en Tarragona, donde los manifestantes catalanes apedrearon a la Guardia Civil a su llegada a Sant Carles de la Rápita.
También es muy fácil criticar sobre el tema cuando están tus sirvientes árabes preparándote la cena en tu mansión en Catar (no miro a nadie Xavi Hernández), o cuando vas a votar en 1-O y después corres para subirte a un avión para jugar con la Selección Española de Fútbol (sigo sin mirar a nadie Gerard Piqué). En definitiva, muchas falacias, inconsistencias e irresponsabilidades en todo el asunto de Cataluña.
Guardia Civil y Policía como los malos de la película
Resulta incomprensible pensar que los Cuerpos de Seguridad del Estado sean los malos de toda la historia que estamos viviendo. Como se ha mostrado antes, la Guardia Civil tuvo que huir para salvarse de la lluvia de piedras. Me gustaría recordar el Código Penal, Título XX, Capítulo VIII (de la obstrucción a la Justicia y la deslealtad profesional), si los que comparecen frente a las puertas de los colegios falsamente llamados electorales hacen uso de la fuerza y violencia cuando han sido advertidos correctamente por la Policía y Guardia Civil, entonces estos Cuerpos de Seguridad deben actuar según lo que se les ha ordenado y apartar a la población civil.
Los que decían una votación pacífica son los mismos que apedrean, insultan, lanzan botellas, destruyen coches de la Guardia Civil, etc.
Independentistas se hacen con un vehículo oficial de la Guardia Civil ¿Cuanto más tenemos que aguantar? pic.twitter.com/b9FsbqcMZR
— AUGC Guardia Civil (@AUGC_Comunica) 20 de septiembre de 2017
Todos deberíamos votar por el futuro de Cataluña, no solo los catalanes. Ejemplificando un supuesto, entonces imaginamos que España es una sala de fiesta donde estamos todos los españoles. La música que suena es una que nos gusta a todos y nos entretiene para pasarlo de la mejor manera posible. Entonces un sector que estaba en una esquina de la sala decide que quiere cambiar la música para poner reggaeton.
Al resto no nos gusta y no queremos que se produzca tal acto. Ante este hecho, decidimos votar la sala entera para elegir democraticamente. ¿Eso ha pasado con el tema de Cataluña? ¿Qué es mejor, votar todos los españoles o solo la parte que quiere cambiar?