Seguramente después de leer estas líneas darás respuesta al ¿Por qué nos quedamos en el intento a la hora de alcanzar nuestros sueños y conseguir dinero? Múltiples factores se interponen en nuestras metas a la hora de emprender, pero es ahí en donde tener claros nuestros objetivos y desear lo que se quiere lograr es nuestro mayor pilar para alcanzarlo.

En primera medida se debe buscar un negocio con el que estemos cómodos, allí es donde un lunes invertido en nuestra idea se sentirá como un fin de semana de descanso si nos apasionamos por nuestro proyecto.

Nunca será visto como un día en el que tenemos que trabajar, un emprendimiento es como un hijo nuestro y en esa medida debemos cuidarlo, amarlo y sentirnos orgullosos.

Allí aparece el miedo como el mayor obstáculo para alcanzar nuestros objetivos, pensamos en el fracaso como primera opción y desconfiamos plenamente de nuestras habilidades, así mismo, la gran mayoría de los problemas a los que te enfrentarás en el proceso no son de fuera, sino que vendrán de dentro y como emprendedor debes estar dispuesto a superar desafíos.

El dinero lo podremos conseguir de una u otra manera, con una negociación que logremos en un último minuto o en algún momento de racha, pero la idea no es esa así no se llega al éxito, el éxito depende de constancia y la perseverancia para poder emprender y posicionar tu idea y este lugar está reservado para muy pocos, para los más arriesgados y para los que están dispuestos a intentar algo nuevo.

Otro apunte importante es estar dispuesto a salir de ese recuadro en el que nos refugiamos, la “zona de confort” en Latinoamérica las personas son muy regionales y allí se sienten cómodas en su territorio pero si no se sale de allí, no intentaremos nada que nos diferencie de la competencia,

Ese valor agregado que hará que seamos prioridad

El miedo es normal sentirlo, pero ¡Hazlo!

No hay mejor satisfacción que demostrarnos de lo que somos capaces, quizás el proceso sea lento pero si se tiene perseverancia los resultados llegarán y ante todo debemos enfocar nuestros pensamientos y relaciones en pensamientos positivos, “Que el árbol no te impida ver el bosque” el miedo contrae tu perspectiva y tu capacidad de ver el mundo será determinante.

Por supuesto, hay que ser conscientes de que todo negocio lleva consigo un riesgo, pues de no ser de esta forma todos tendrían uno, a eso le agregamos el que en los primeros años muchos emprendedores no tienen la capacidad de perseverar, cierran al poco tiempo. Esto es como los bebés, viene sin un manual de instrucciones, pero el éxito de un emprendedor depende en si es capaz de aceptar el riesgo como gran porcentaje de la “emoción” del emprendimiento y calcular lo mayor posible para minimizar ese riesgo.