Como cuando miramos el móvil para saber la hora, lo sacamos, lo miramos, nos entretiene y despista un mensaje, una foto o un mail, lo volvemos a guardar y seguimos sin saber qué hora era.
Cuando eres madre te invade algo: la paciencia. Cualidad necesaria para 'soportar' esos momentos de rabietas, esos lloros que no cesan, ese ven aquí, mamá, cógeme, cuando no puedes más y lo único que necesitarías es sentarte en el sofá...
Desde que tienes a tu bebé en brazos por primera vez, tu vida cambia. Pero no me refiero al cambio inevitable de la responsabilidad maternal (que no es poca), sino al hecho de que las cosas de la vida te las tomas diferente.
Después de flotar en una nube de amor, protección, felicidad incomparable, sueño y también sentimientos contradictorios (la maternidad no es fácil), llega un día en que el sosiego debe marcar tu motor del día a día. ¿Por qué? Porqué un bebé requiere muchos cuidados. Además de alimentarlo, dormirlo y calmarlo. Requiere calma y paciencia, mucha.
Desde que das a luz vives horas e incluso días de felicidad absoluta e inimaginables, luego te recuperas, llegáis a casa y empieza la nueva vida. Lavadoras y más lavadoras de bodys y baberos, leer las instrucciones de la preparación de las primeras papillas, de la posología del Apiretal, de miles de cosas que requieren que ahora seas más paciente.
Logros, sueño y fines de semana
Atrás quedan las prisas y la improvisación. Es hora de listas, orden y amor, mucho amor. No importa si la camiseta acabada de lavar se ha manchado si ves un nuevo logro, porque cada uno de ellos se convertirá en sonrisas y aplausos. Puede que la semana se haga larga porque apenas duermes 4 horas seguidas al día, que cuando necesites cerrar los ojos tu bebé requiera una toma o tenga dolor de barriguita; los lunes pueden parecer viernes y los fines de semana gloria para poder echarte una siesta y ‘recuperar’ el sueño perdido.
Y hablando de las semanas, muy curioso es el hecho en que ahora ser madre se dé en días laborales. Sí, sí, has leído bien. La programación de partos y cesaras hace que los partos hayan disminuido durante los fines de semana. Exactamente los nacimientos han registrado una disminución de un 20% los sábados y un 27% los domingos.
Que en España la maternidad sea tardía no cambia el hecho de que todas pasamos por casi lo mismo. Una realidad diferente que se convierte en la alegría de cada día nuevo que pasa. Cuando decidas ser madre, lo harás bien. Todo pasa con paciencia y mucho amor.