La lectura es clave para el desarrollo humano, ya que mejora la salud mental y ayuda a evitar el deterioro cognitivo, pero en ciertos lugares alrededor del mundo el acceso a Libros físicos es un gran problema, ya sea porque es difícil transportarlos, porque no están traducidos o, simple, porque es muy costoso adquirirlos. Afortunadamente, con la llegada de la tecnología e Internet, la industria editorial se ha transformado y los lectores tradicionales se han volcado a las plataformas digitales; esto ha resultado que el número de lectores aumente.

De acuerdo con la UNESCO “existen más teléfonos celulares que letrinas en el mundo”; es por ello que la lectura digital ha tenido una gran oportunidad de florecer. Esto se vio potenciado a partir de la cuarentena provocada por el COVID-19: varias plataformas de libros electrónicos reportaron que, durante los meses de aislamiento, la venta de eBooks en español incrementó hasta un 50%, mientras que el tiempo de lectura aumentó, en promedio, un 40%.

Las ventajas de lo digital contra lo tradicional

Leer contenidos digitales tiene varias ventajas en comparación con los libros tradicionales; la más marcada es la inmediatez de publicación a nivel mundial de un libro, se puede lanzar un libro en Europa y América al mismo tiempo; otro aspecto importante es que un lector puede encontrar una gran variedad de Historias dentro de un mismo dispositivo, mientras que los costos son más bajos en comparación con las publicaciones tradicionales, gracias a que se eliminan los gastos de imprenta y transporte.

Los dispositivos móviles, por su tamaño y peso, facilitan la lectura en lugares públicos; de esta forma, ayudan a las personas a invertir su tiempo muerto en leer un fragmento del libro de turno. También hay personas que prefieren leer digitalmente por razones ecológicas: ayudan a conservar árboles y reducen la contaminación que provocan las impresiones y su posterior traslado.

La piratería de libros digitales

La creciente popularidad del formato de ebook ha aumentado pero las cifras no cuentan a los nuevos lectores que leen en páginas web que comparten ilícitamente los títulos más codiciados por los fanáticos de los libros, esto gracias a lo fácil que es copiar el contenido de un libro sin la autorización de las editoriales ni de los autores; ante esta situación, estos últimos no reciben ningún tipo de beneficio económico por su obra.

La industria editorial pierde millones y vuelve poco rentable la profesión de un escritor.

Si bien son varias las razones por las que alguien descarga un libro electrónico pirata, las más comunes son la inexistencia del título en físico, la ausencia de traducción oficial al idioma del lector, la falta de dinero para comprar el libro o la ideología de que la cultura debe ser de libre acceso para todo el mundo. Cabe destacar que aunque este tipo de contenido ilegal haya contribuido a la proliferación de lectores alrededor del mundo, no significa que ayude a crecer la industria editorial.

Alternativas legales para leer gratis

Con el paso de los años se han desarrollado diversas aplicaciones que promueven la lectura gratis; de esta forma, se democratiza el acceso a la cultura para aquellos que no pueden adquirir un libro.

Muchas de estas aplicaciones consisten en un esquema de autopublicación como el caso de Wattpad, en la que autores amateurs postean historias originales y de su autoría, sin fines de lucro, o Webtoon, enfocada especialmente en webcómics.

Las bibliotecas de varios países también se han sumado a la era de la digitalización, al hacer accesible al público aquellas obras que son de dominio público como la biblioteca de Nueva York en su cuenta de Instagram. Otro ejemplo es la biblioteca de España, pues suele comprar las licencias digitales de las novedades literarias para que aquellos con carnet puedan leer los libros que quieran de forma legal y gratuita.

La difusión de libros digitales gracias a los dispositivos móviles y a internet se ha acelerado en los últimos años; hasta los dispositivos más baratos permiten a las personas leer libros.

La facilidad con que los internautas tienen acceso a los contenidos digitales a través de plataformas asequibles y de fácil acceso ha impulsado el aumento de lectores y el tiempo que estos invierten en la lectura; sin mencionar que las nuevas generaciones exigen, cada vez más contenidos digitales.