Aún no se sabe con certeza el futuro del panorama musical de nuestro país, pero no parece muy halagüeño. La celebración de todos los festivales programados para los meses de junio, julio y agosto en España está en el punto de mira, sin saber con seguridad si se podrán celebrar finalmente. Una incógnita que no parece despejarse tras las últimas medidas dictadas por el Gobierno, que sigue sin aclarar si este tipo de eventos podrán realizarse en un futuro próximo o tendremos que esperar al año que viene.
Por el momento, ya son muchos los eventos musicales del panorama nacional que han decidido cancelar o posponer sus fechas debido a la situación actual.
Entre ellos, grandes festivales como el Primavera Sound o el Festival Internacional de Benicàssim, han pospuesto sus fechas para agosto y octubre respectivamente. Aunque no todos han decidido seguir este camino y, algunos festivales como el Mad Cool, siguen manteniendo sus fechas para el mes de julio a la espera de medidas más restrictivas por parte de la Administración.
No obstante, y a pesar de los intentos de la industria por mantener estos eventos, puede que siga sin ser suficiente. Según la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, en una entrevista con el periódico El País, respondía que “hasta que no llegue la vacuna (…), las aglomeraciones van a tener limitaciones para mantener la distancia de seguridad”.
El impacto económico de los festivales
Actualmente en España se celebran casi 1.000 festivales de Música al año. Una cifra que, según la Asociación de Promotores Musicales (APM), en el Anuario de la Música en Vivo 2020, consolida a España como “destino ineludible para las grandes giras de música internacional.”
Sólo hay que ver el auge progresivo que ha experimentado el sector, que no ha dejado de crecer en los últimos cinco años.
De hecho, según estimaciones de la Asociación de Festivales de Música (FMA), estos eventos tienen un impacto económico superior a los 500 millones de euros. Lo que se traduce en 45.284 trabajadores y 6.534 empresas nacionales.
Una situación que podría verse ensombrecida por la cancelación masiva de festivales. Lo que pondría en jaque al sector e influiría directamente en la viabilidad y continuidad de estas empresas.
Devolución del dinero de las entradas
La cancelación o aplazamiento de estos eventos musicales tienen como consecuencia la devolución del dinero de la entrada al consumidor. Un dinero que, en muchos casos, los promotores no pueden devolver ya que, además de los gastos de promoción y publicidad, también se paga por adelantado a algunos de los artistas invitados.
Por el momento y a la espera de medidas más restrictivas por parte del Gobierno, la FMA ha solicitado al ministerio de Cultura y Deporte, y al de Consumo, medidas para “mantener los derechos del consumidor y las opciones de supervivencia del sector”. De este modo, se ha planteado ofrecer al consumidor dos opciones: en caso de que se haya aplazado el evento, mantener su entrada al festival para la nueva fecha, u ofrecer un vale canjeable por otro evento musical posterior de similares características.
En caso de que no fueran posible ninguna de estas opciones, se devolvería al consumidor el importe de su entrada.
Una solución que dependerá exclusivamente de las condiciones que determine la Administración. Sin las cuales, es muy complicado que las empresas puedan plantear planes de recuperación viables o alternativas realistas para su supervivencia.