El tenor italiano Andrea Bocelli, ofrecerá un concierto gratuito este 12 de abril, día en que se celebra el Domingo de Pascua, también llamado Domingo de Resurrección, según el calendario cristiano. El evento se llevará a cabo en el Duomo de Milán y no contará con público, debido a las regulaciones gubernamentales de aislamiento social, tras la pandemia generada por el Covid-19. A través de esta iniciativa, se busca llevar un mensaje de “amor y esperanza” a Italia y el resto del mundo, especialmente en estos días de confinamiento.
La icónica catedral de Milán que actualmente se encuentra cerrada tras la pandemia, abrirá sus puertas de manera exclusiva para que Bocelli pueda transmitir en vivo este concierto, durante el cual estará acompañado por el organista del templo Emanuele Vianelli, quien estará frente a uno de los órganos más grandes e imponentes del mundo.
El repertorio para este evento musical estará compuesto por el “Ave María” de Bach y Gounod y el “San María” de Pietro Mascagni.
“En el día en que celebramos la confianza en una vida que triunfa, me siento honrado y feliz de aceptar la invitación de la ciudad y del Duomo de Milán”, indicó el cantante de 61 años.
Bajo el nombre “Music for hope” (Música para la esperanza), este concierto se transmitirá, a través del canal de Bocelli en Youtube, a partir de las 17:00 horas (GMT) para todo el mundo.
Otras colaboraciones como activista, que lleva a cabo el tenor italiano
A parte de este concierto tan especial, Andrea Bocelli ha lanzado una campaña, a través de su fundación (Andrea Bocelli Foundation), mediante la cual busca recaudar fondos para adquirir material sanitario, que ayude a la lucha contra el coronavirus.
En días pasados, durante una noche benéfica organizada por la RAI y bajo el lema “La música une”, Bocelli se unió en concierto con otros 20 artistas, que van desde Tiziano Ferro, hasta Marco Mengoni, todos desde sus hogares.
Datos curiosos sobre el Duomo de Milán
Esta mundialmente conocida catedral es de estilo gótico y su construcción comenzó en el año 1386 y no finalizó sino hasta 1965, aunque su fachada de mármol debió estar lista para el 26 de mayo de 1805, por órdenes de Napoleón Bonaparte, fecha que coincidía con su coronación como rey de Italia.
Siendo una de las catedrales católicas más grande del mundo, este recinto sagrado con 157 metros longitud, 11.700 m2, cuenta con una capacidad para albergar a unas 40 mil personas.
Tiene un total de 150 gárgolas que adornan y protegen la imponente catedral, además permiten la evacuación del agua de lluvia.
Su puerta principal cuenta parte de la historia que se vivió en la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial y es que aún se conservan las marcas de las bombas, que fueron arrojadas durante este conflicto bélico.
Se dice que allí se encuentra uno de los clavos de la Cruz de Cristo, el cual se guarda en un relicario en la bóveda del pasillo derecho y según la leyenda, el mismo San Ambrosio lo encontró en el taller de un herrero.