Hace un cuarto de siglo, en enero de 1994, la Televisión catalana TV3 empezó a emitir un nuevo tipo de series de ficción propias. Hasta ese momento, sólo eran series de emisión semanal las que producía, fueran de humor o dramas, después de una década de emisión de la cadena, fundada en 1983. Iba a ser una serie diaria, capítulos de media hora y de duración indefinida. Ahora, Poblenou cumple 25 años.

Pero no se iban a seguir para nada los modelos del culebrón venezolano, por entonces muy de moda gracias al éxito en España de “Cristal” y las que le siguieron.

La forma de ser catalana, muy próxima a la francesa, y por lo tanto a la europea, decidió adoptar modelos de series británicas, algunas de ellas emitidas entonces por TV3 con éxito, como Coronation Street o la australiana Vecinos, sobre familias o vecindarios con sus historias cotidianas, que se emitían en la cadena en el mismo horario que luego ocupó la serie ahora añorada.

Dicha serie fue Poblenou, ambientada en el Distrito barcelonés del mismo nombre, uno de los más transformados urbanísticamente con la celebración dos años antes de los Juegos Olímpicos. El argumento fue del dramaturgo Josep Maria Benet i Jornet, y él coordinó los guiones. El primer capítulo fue de presentación de los personajes, y acaba con que a la familia Aiguadé, agobiada por problemas personales y económicos, le toca la Lotería, la catalana, con una combinación imposible.

Una serie que ayudó a romper moldes y prejuicios

Durante 192 capítulos, vimos evolucionar a todos los personajes, que mostraban la manera de ser barcelonesa de su tiempo, y no sólo eso. Poblenou fascinó a los catalanes por que mostraba, sin prejuicios morales, temas delicados como la homosexualidad, el divorcio e incluso la prostitución.

Jordi Boixaderas y Pep Torrents rompieron con la imagen amanerada de los gays, sobre todo Torrents, con su pelo blanco a lo Leslie Nielsen, su voz profunda de actor forjado en el Teatro y su porte de gentleman inglés.

Su amplia plantilla de actores, casi todos forjados en el Teatro y el Doblaje, se hicieron famosísimos y familiares para el público catalán.

Desde el desaparecido Miquel Cors como “Antoniu” Aiguadé a Margarida Minguillon como la sufrida Rosa, pasando por los hijos y los demás personajes. Aquí empezaron actores famosos actuales como Quim Gutiérrez, Joel Joan o Eduard Fernández.

El éxito de Poblenou atrajo el interés de Antena 3 TV, entonces todavía sólo una cadena privada más de TV que las que nacieron en 1990, y compró los derechos para emitirla, doblada al castellano, aunque cambiando su título por “Los mejores años” y con otra cabecera, cambiando el plano de Barcelona por fotos de los protagonistas.

En España no supieron comprender 'Poblenou' y pasó a un horario minoritario

Cuando empezó sus emisiones, a las ocho y media de la noche, a las pocas semanas, al contrario que en TV3, no parecía atraer la atención de la audiencia y se cambió varias veces de horario.

Al final, decidieron trasladarla a las mañanas.

Pocos saben explicarlo: unos culparon al doblaje, que llegó a cometer el error, algo que no se cayó en el doblaje de Merlí, de españolizar los nombres de los personajes (Fernando por Ferran, Javier por Xavier, etc.). Otro, sus diálogos con un cierto toque intelectual y literario a lo Woody Allen o Éric Rohmer, que en catalán suenan perfectamente, pero que traducidos al castellano, a algunos echó para atrás. Otros, por los personajes homosexuales y la prostituta, como se vio en algunas Cartas al Director de algunos periódicos.

También podría ser el prejuicio desde España hacía series catalanas, que hizo que Poblenou tuviera las mismas audiencias que cuando La 2-TVE emite películas de Robert Guédiguian, Akira Kurosawa o Nanni Moretti.

O sea: minoritaria.

No obstante, la semilla quedo sembrada, y otras cadenas adoptaron el estilo de Poblenou para series diarias. Todo empezó con series como El super (Tele 5) o Calle nueva (TVE-1), ambas de productoras catalanas, hasta llegar a la actual Amar es para siempre (Antena 3).