Skyrim, la quinta entrega de la saga Elder Scrolls, es el juego más importante de Bethesda. Fue lanzado en 2011, y siete años más tarde muchos vaticinaban que en este E3 en Los Ángeles, estuviera repleto de importantes anuncios y de interesantes conferencias como la de EA Games. Bethesda hablaría de un nuevo título de la saga. Sin embargo, The Elder Scrolls VI no fue la única sorpresa de la compañía.
La conferencia de Bethesda bajó el nivel del E3
Tras el derroche de ritmo de la conferencia de Microsoft, y sin la posibilidad de probar juegos como en el EA Play, la conferencia de Bethesda dejó un sabor agridulce.
Empezaron sin sorpresas, con un juego que ya habían presentado, el violento Rage 2, secuela de una entrega que no cuajó en el mercado, pero que ofrece un nuevo lavado de cara en un entorno postapocalíptico muy pasado de rosca.
Se mostró de forma fugaz el Wolfenstein: Youngblood, cuyas novedades son el juego cooperativo manejando a las hijas del protagonista de la saga principal, y se anunció el lanzamiento de una expansión del excelente Prey. También hubo anuncios que supieron a poco. Hablaron demasiado sobre juegos que ya estaban en el mercado, como el Elder Scrolls Online, Elder Scrolls Legends o Fallout Shelter, y uno de sus ases bajo la manga, el Elder Scrolls: Blades, resultó ser un juego para móvil.
El trío de ases estuvo formado por el ya adelantado Fallout 76 y los rumoreados Elder Scrolls VI y Starfield.
Fallout 76 pierde la esencia de la saga
Y entonces les tocó hablar de uno de los juegos más esperados de la conferencia de Bethesda: Fallout 76. Ya habíamos visto un trailer a ritmo de Contry Roads, Take me Home, pero ahora la audiencia esperaba detalles sobre cómo se jugaba.
Y el primer anuncio, que contaría con un mapa cuatro veces más grande que Fallout 4, vino seguido de la primera decepción: el juego sería exclusivamente online, requeriría conexión permanente, todos los personajes serían otros jugadores y, por tanto, no habría NPCS humanos.
La experiencia, centrada en una supervivencia softcore y la construcción de asentamientos, pierde por el camino la narrativa de los Fallout tradicionales para acercarse a un tipo de juego cercano al Conan Exiles o al Rust.
Un experimento de Bethesda que dejó a muchos de sus fans con mal sabor de boca.
¿Qué podemos esperar de la continuación de Skyrim?
Por ahora, no se sabe. Skyrim supuso un gran salto adelante en el mercado de los Videojuegos, no sólo por su éxito en ventas, sino por cómo influyó en juegos posteriores y en la propia comunidad de jugadores. Skyrim es hablar de mundos abiertos, territorios de fantasía medieval plagados de dragones, elfos y diversas criaturas, de construir tu propio camino en un mundo de gran profundidad, explorar cuevas y ruinas, derrocar reyes y asesinar en callejones oscuros de inmensas ciudades.
Por eso, cuando sonaron los acordes del tema principal de Skyrim, la audiencia estalló en vitores.
Sin embargo, el anuncio sólo mostró una panorámica de una ciudad imperial enmarcada en un verde territorio y, sobreimpreso, el título The Elder Scrolls VI. No existe fecha de salida ni nuevos detalles, pero las redes ya se han llenado, con estos escasos segundos, de teorías sobre el sucesor de Skyrim.